El crimen está muy arraigado en Guerrero, incluso coludido con algunas autoridades. Esta situación no es actual, ni tampoco surgió a raíz de la llegada del nuevo Gobierno estatal encabezado por Evelyn Salgado Pineda. Este flagelo data de varios lustros atrás.
Tampoco se trata de echarle la culpa al pasado, y es por ello que la actual mandataria estatal está actuando, siguiendo una nueva estrategia de seguridad -coordinada con las autoridades federales-, de arrinconar a los criminales.
Por eso es que los delincuentes están dando fuertes manotazos. Es natural que, como una fiera amenazada, el crimen organizado realice acciones tan visibles y mediáticas como la de incendiar decenas de locales del Tianguis Campesino, en Acapulco, mismos que ardieron como una gran fogata.
La foto que publicó un diario local en su portada fue alucinante. Los que no son guerrerenses podrían percibir que Acapulco está en llamas. Después se dio un motín de reos en el Cereso acapulqueño, que duró casi 12 horas y que dejó lesionados a decenas de elementos de las fuerzas de seguridad estatales y federales.
¿Cómo respondió la gobernadora? capturando en el EDOMEX, a través de la Fiscalía estatal, a un capo que era uno de los objetivos prioritarios de su Administración y que, según las propias autoridades, era uno de los principales generadores de violencia en Acapulco.
Lo cierto es que hay violencia en Guerrero, como la hay en la mayor parte del territorio mexicano. Esto comenzó durante el Gobierno de Felipe Calderón, presidente que le declaró la guerra al narcotráfico y rompió las alianzas que el priismo tenía con estos grupos del crimen organizado, que hasta socios eran.
Después de cientos de miles de muertos, dichas alianzas comenzaron a reconstruirse a nivel nacional. Regresando al contexto guerrerense, la gobernadora ha recibido amenazas, como ella misma lo reconoció. Sin embargo, no se amedrenta y continúa trabajando.
El pasado fin de semana recibió al presidente López Obrador. Gracias a la gestión de Salgado Pineda se logró que el mandatario nacional, a través de la SHCP y de la SCT, implemente un programa de pavimentación de 221.3 kilómetros de 66 caminos rurales, en 20 municipios de la Montaña y tres de la Costa Chica.
Con esta acción -que sin la insistencia de la gobernadora guerrerense no hubiera sido posible-, se beneficiará a cien comunidades y a casi medio millón de habitantes, con una inversión inicial de casi tres mil millones de pesos (mil por año).”La gobernadora es de primera, es una gran gobernadora, le tenemos toda la confianza, la vamos a respaldar, a apoyar, creo que es de dominio público que no está sola, que la estamos apoyando porque gobierna para un pueblo digno”, expresó el político tabasqueño.
“Amor con amor se paga”, le contestó la mandataria estatal, en vivo, y luego en su cuenta de Facebook. Salgado Pineda destacó que este histórico programa de infraestructura no solo traerá conectividad a las regiones de La Montaña y la Costa Chica, sino que detonará el desarrollo en beneficio de sus habitantes.
“No atices el fuego con una espada”, decía Pitágoras, porque “una chispa puede prender fuego a toda la llanura”, preveía Mao Zedong. No cabe duda que el mejor ejemplo para apagar el fuego es trabajar para ello, sin estridencias, con mesura y estrategia, como lo hace la gobernadora. Lo demás es puro ruido.