Enfoque Informativo

  • Especialistas coinciden en que la infidelidad en el Siglo XXI es más dolorosa que en otros tiempos

La era digital abrió nuevos canales y maneras de engaño entre parejas que resultan cada vez más destructivos.

Sexting, salas de chat, perfiles falsos, cuentas secretas en apps de citas, adicción a la pornografía en Internet, son las nuevas formas de infidelidad que se suman a los engaños en el noviazgo o relaciones extramaritales que han existido desde el consenso casi universal de la monogamia.

La infidelidad en nuestra época resulta más traumática para la salud emocional porque además de sufrir por la traición, las personas que han sido engañadas corren el riesgo de quedar lastimados en otros aspectos. Por ejemplo, la confianza en uno mismo y hacia los demás puede no volver a ser la misma, se genera inseguridad, depresión prolongada, incluso afecta la vida íntima futura.

¿Se debe perdonar una infidelidad?

A partir de una infidelidad, los expertos en psicología y relaciones personales coinciden en que hay dos caminos muy bien definidos (y contrarios entre sí) para no caer destrozados como individuos y pareja:

  • Sal de ahí, aléjate y no mires atrás.
  • Trabajar para superarlo juntos y encender nuevamente la chispa de la relación.

Los medios tintes y extremos en estos escenarios no son recomendables. Descubrir la infidelidad y no hacer nada o reaccionar de manera violenta son situaciones que hay que evitar.

Alejarse y comenzar de nuevo

Hoy en día, los casos en los que se descubre algún tipo de infidelidad por medio de redes sociales o mediante la revisión de dispositivos como celulares, computadoras o tablets, son cada vez más comunes.

Enterarse de un engaño desata ira, culpa, tristeza y frustración. La Clínica Mayo, una de las instituciones de salud más importantes de Estados Unidos, explica que cada individuo tiene su propia definición de infidelidad.

Hay algunos que considerarán únicamente el aspecto sexual y otros que tomarán las relaciones digitales, como chats de sexting con personas a miles de kilómetros, como una traición.

Si la persona engañada se siente humillada, destrozada emocionalmente y llena de ira, lo mejor es alejarse y no mirar atrás.

Por más amor que haya, si se considera que no se puede volver a confiar en la persona infiel y que tarde o temprano puede volver a cruzar la línea, aun si se le perdona, entonces no hay más que hacer en esa relación.

Una tesis sobre infidelidad realizada en la Facultad de Estudios Superiores Iztacala, de la UNAM, explica que este camino es, en realidad, la mejor manera de terminar con el problema, ya que se rompe el triángulo y la persona engañada tendrá el tiempo y espacio necesario para recomponer su vida y sus emociones, sin preocuparse más por salvar una relación que no tiene futuro.

Sin embargo, esto no siempre ocurre. Los especialistas coinciden en que muchas personas están dispuestas a perdonar una primera infidelidad y eso, explican, puede ser el inicio para recomponer el camino como pareja o hundirse en una relación tóxica.

Se puede perdonar una infidelidad, pero no significa que sea un “permiso” para engañar

Retomando a la Clínica Mayo, sus especialistas señalan que sí es posible salir bien librados como pareja tras descubrir una infidelidad. Aunque esto no debe tomarse como un permiso de los psicólogos para engañar a alguien.

Principalmente, en casos de matrimonio, la persona engañada es quien asume como error suyo que su pareja lo haya engañado y empieza a analizar en su mente las siguientes idas de por qué pudo hacerlo:

  • Falta de afecto.
  • Pérdida de cariño y cuidado mutuo.
  • Falta de atención.
  • Falta de intimidad.
  • Deterioro del cuidado personal.
  • Desequilibrio en lo que se da y se recibe en la relación.
  • Problemas de comunicación.
  • Problemas de salud física.
  • Problemas de salud mental.
  • Adicciones.
  • Problemas matrimoniales no resueltos.
  • Cambios en el ciclo de vida.
  • Períodos estresantes, como cuando la pareja está separada por largos períodos.

Todos estos problemas pueden tratarse en terapia de parejas, siempre y cuando haya compromiso de las dos partes.

La persona engañada tendría que trabajar en el perdón sincero hacia su pareja. Si no se siente listo para eso, no tiene caso seguir adelante. Pero si está dispuesto o dispuesta, hay terapias que ayudan a manejar esas emociones.

Mientras que el otro debe trabajar en recuperar la confianza perdida y en sus problemas personales que lo llevaron a buscar afecto o satisfacción fuera de su relación.

Los pasos recomendados por los especialistas para parejas que están dispuestas a recuperarse de una infidelidad son:

  • No tomar decisiones apresuradas.
  • Responsabilizarse de cada una de sus acciones.
  • Obtener ayuda de diferentes fuentes.
  • Consultar especialistas y consejeros profesionales.
  • Trabajar en la recuperación de la confianza.
  • Avanzar hasta estar seguros de que se ha perdonado.

Un artículo en The New York Times sobre cómo lidiar con la recuperación de un matrimonio tras una infidelidad explica que la pregunta principal que deberían hacerse todas las personas que afronten este problema es ¿qué tanto conocemos de nuestra pareja y hasta donde estamos dispuestos a llegar con él o ella?

Si se trata de una relación de novios de la que no se espera un mayor futuro, quizá decir adiós y seguir adelante es lo mejor. Pero si se está con la persona con la que se planea o se está llevando a cabo un proyecto de vida, puede valer la pena intentar superar este episodio.