Enfoque Informativo

  • Tan sólo 24 horas después de que se firmara el acuerdo para desbloquear el grano ucraniano en el Mar Negro, dos misiles rusos alcanzaron el puerto de Odesa ayer (sábado), según el Mando Sur del ejército ucraniano.

Las autoridades ucranianas denunciaron que la mañana ayer, Rusia atacó el puerto comercial de Odesa. La ciudad, al suroeste de Ucrania, es actualmente el principal punto de exportación de ese país, luego de que la mayor parte de sus ciudades costeras fueran invadidas por Rusia durante los últimos meses.

“El enemigo atacó el puerto comercial marítimo con misiles de crucero clase Kalibr. Dos misiles fueron derribados por las defensas ucranianas, mientras que dos golpearon la infraestructura del puerto”, informó la Agencia Nacional de Información de Ucrania (Ukrinform).

De acuerdo con información, un portavoz militar indicó que los misiles impactaron contra estructuras para el procesamiento de cereales. Agregó que en ese momento varias toneladas de grano estaban siendo preparadas para su transporte.

El ataque ocurre poco después de que Rusia y Ucrania firmaran un acuerdo para desbloquear la exportación de cereales con la mediación de Turquía y la Organización de Naciones Unidas (ONU).

Apenas 24 horas antes, el ministro de Defensa de Rusia, Serguei Shoigu, se había reunido con el ministro de Infraestructuras de Ucrania, Oleksandr Kubrakov, para comprometerse a no atacar los puertos de Odesa, Pivdennyi y Chernomorski.

Negociaciones en riesgo

La comunidad internacional aplaudió el 22 de julio la firma del acuerdo de Estambul por parte de Rusia y Ucrania.

No solo era un importante avance hacia la construcción de un diálogo para poner fin a la guerra, sino que también por motivos de seguridad alimentaria. Ucrania es uno de los mayores exportadores de cereales del mundo, y desde el inicio del conflicto se ha acentuado una importante escasez que afecta principalmente a países de África y Medio Oriente.

Falta de palabra

El gobierno ucraniano protestó por la violación del acuerdo de Estambul, asegurando que Rusia debe asumir toda la responsabilidad por las consecuencias. El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Oleg Nikolenko, calificó el ataque como “un escupitajo en la cara” de los mediadores de la ONU y Turquía por parte del presidente ruso Vladímir Putin.

Las reacciones internacionales no se hicieron esperar. El secretario general de la ONU, António Guterres, quien había estado presente en la firma del pacto, condenó “inequívocamente” el hecho. Recordó que la creación de los corredores marítimos fue un compromiso de las partes que debe cumplirse.

Por su parte, el alto representante para Asuntos Exteriores de la Unión Europa, Josep Borrell, fue más abierto al condenar a Moscú. “Es particularmente reprobable y nuevamente demuestra el desprecio total de Rusia por el derecho y los compromisos internacionales”, escribió.

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