Enfoque Informativo

Por más sencillo que parezca, las máquinas tienen dificultades para imitar las capacidades humanas

El concepto de Inteligencia Artificial (IA), máquinas que exhiben una cognición similar a la humana, existe desde hace algunas décadas. Curiosamente, la principal lección de una larga historia de investigación en IA ha sido que los problemas difíciles eran fáciles y los problemas fáciles eran difíciles.

Lo que es difícil para los humanos, es fácil para los robot; lo que es complejo para los robots, es muy sencillo para los humanos. Si bien fue relativamente fácil hacer que las computadoras tuvieran éxito en los problemas lógicos más difíciles del nivel adulto, las habilidades mentales de un niño que se dan por sentadas (reconocer una cara, levantar un lápiz, caminar, etc.) fueron algunos de los problemas más difíciles para una computadora.

Esta observación es conocida como la paradoja de Moravec, en honor al científico austriaco Hans Moravec, quien argumentó que las habilidades humanas más antiguas, como el movimiento y el lenguaje, se han vuelto en su mayoría automáticas a lo largo de millones de años de evolución. Mientras que el pensamiento abstracto, una adición más reciente en términos evolutivos, es más fácil de descomponer y replicar a través de la ingeniería inversa.

Aquella limitación influyó en que las aplicaciones de IA, durante la mayor parte de la historia, se concentraran en dominios muy específicos.

“Sin embargo, solo en las primeras décadas del siglo XXI con avances masivos en el poder de la computación, la generación/almacenamiento de datos y las tecnologías de aprendizaje automático, finalmente nos encontramos en un punto crucial para ingresar en una verdadera era de inteligencia artificial”, aseguran desde Deutsche Bank.

Diferenciar un robot de un humano

Alan Turing fue un matemático, lógico, y científico de la computación británico. Nació el 23 de junio de 1912 y falleció el 7 de junio de 1954. Turing es ampliamente reconocido por sus contribuciones fundamentales a la ciencia de la computación y la inteligencia artificial.

Dentro de los múltiples estudios que publicó durante su corta pero prodigiosa carrera, uno tiene que ver con una serie de preguntas que servirían para distinguir, en un caso teórico, a un robot de una persona.

Desde su concepción en la década de 1950, ese enfoque fue el que orientó a los ingenieros y teóricos en el desarrollo de la Inteligencia Artificial.

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