Facebook acordó pagar hasta 14 millones de dólares para resolver una demanda del gobierno de Estados Unidos que lo acusa de favorecer a los inmigrantes que aspiran a miles de trabajos de salarios altos.
Los fiscales estadounidenses alegaron que Facebook “canalizó” puestos de trabajo hacia titulares de visas al evitar anunciarlos en su sitio web de reclutamiento y al aceptar solo solicitudes enviadas físicamente por correo o negándose directamente a considerar a trabajadores estadounidenses.
La demanda, interpuesta en diciembre de 2020, representa un nuevo frente en la creciente presión judicial, regulatoria y antimonopolio sobre el gigante de las redes sociales, que llega a miles de millones de personas en todo el mundo con sus plataformas.
La compañía, también en un comunicado, insistió en que creía “firmemente” que estaba cumpliendo con los estándares del gobierno federal, pero acordó poner fin al litigio y “seguir adelante”.
“Estas resoluciones nos permitirán continuar enfocándonos en contratar a los mejores colaboradores tanto de Estados Unidos como de todo el mundo”, indicó una portavoz.
Según el acuerdo del Departamento de Justicia, Facebook pagará 4.75 millones de dólares a Estados Unidos y hasta 9.5 millones de dólares a personas elegibles afectadas por la supuesta discriminación de la compañía.
La red social también debe capacitar a sus empleados sobre las medidas contra la discriminación en la ley de inmigración de Estados Unidos y hacer más para reclutar trabajadores estadounidenses.
La demanda apuntó a más de 2,600 puestos, con un salario promedio de unos 156,000 dólares, ofrecidos desde enero de 2018 hasta septiembre de 2019.
Los fiscales alegaron que el gigante de Internet reservó puestos para candidatos con visas H1-B de “trabajador calificado” u otras visas de trabajo temporal.
Las visas para trabajadores calificados son valiosas para las empresas de tecnología de Silicon Valley que buscan ingenieros y otros talentos altamente capacitados, con Asia como el hogar de muchos trabajadores muy buscados.
El acuerdo se produce en medio de la tormenta de críticas que enfrentó Facebook por cuenta de la denunciante que filtró estudios internos que mostraban que la compañía sabía que sus sitios podrían ser dañinos para la salud mental de los jóvenes.
Las autoridades estadounidenses han luchado por regular las plataformas de redes sociales como Facebook, en medio de señalamientos sobre cómo gigantes tecnológicos pisotean la privacidad y proporcionan un megáfono para información errónea peligrosa.