Enfoque Informativo

  • Algunas protestas en Sri Lanka comenzaron a principios de marzo pasado en medio de una crisis económica histórica

El portavoz del Parlamento de Sri Lanka, Mahinda Yapa Abeywardena, anunció este sábado la dimisión del presidente de Sri Lanka, Gotabaya Rajapaksa, después de que miles de manifestantes irrumpieran en su residencia oficial durante una jornada de multitudinarias protestas en Colombo contra el gobierno por su gestión de la crisis económica.

“Porque quiere entregar el liderazgo del país pacíficamente, me pidió que informara a la nación de que su dimisión será entregada el miércoles (13 de julio)”, dijo Abeywardena en un mensaje televisado. Rajapaksa había huido minutos antes y está “en un lugar seguro”.

Además, manifestantes irrumpieron en la residencia privada del primer ministro de Sri Lanka,  Ranil Wickremesinghe, y la incendiaron, horas después de que él dijo que renunciaría una vez formado el nuevo gobierno.

Wickremesinghe accedió a dimitir después de que los líderes de los partidos en el Parlamento le exigieran a él y al asediado presidente que abandonaran sus cargos.

Ambos anuncios llegan al término de una jornada de manifestaciones masivas en Colombo. Las fuerzas de seguridad utilizaron por su parte gases lacrimógenos y cargaron contra manifestantes y periodistas, dejando decenas de heridos.

Restringió la venta de combustible

Las protestas de Sri Lanka comenzaron a principios de marzo en medio de una crisis económica como el país no ha conocido en su historia, marcada por subidas inasumibles en los precios del combustible, falta de acceso a los bienes de primera necesidad, cortes en el suministro eléctrico, niveles récord de inflación -que podría llegar a una subida de 70 % interanual en los próximos meses- y una deuda externa acumulada de casi 50 mil millones de euros.

La población culpa al clan Rajapaksa de tomar decisiones que han llevado a una grave escasez de todo, desde combustible hasta medicamentos, una inflación cercana a 55 % -con previsión de 70 % en los próximos meses-, apagones diarios de hasta 13 horas, un impago histórico de la deuda y la imposibilidad de acceder a gasolina o diésel.

Entonces, en un intento por contener las protestas, se presionó al exprimer ministro, Mahinda Rajapaksa, para que renunciara al cargo junto al resto de su gobierno. En su lugar emergió Wickremesinghe, otro viejo conocido de la política de Sri Lanka, que ya ocupó ese mismo puesto en hasta cuatro ocasiones y que era visto por la oposición, a pesar de sus anteriores roces con el mandatario, como una opción absolutamente continuista.

¿Pagar con té la deuda?

En diciembre pasado, Ramesh Pathirana, ministro de Plantaciones de Sri Lanka, dijo que su país esperaba enviar té por valor de 5 millones de dólares a Irán cada mes hasta saldar una deuda de 251 millones de dólares. Un miembro de la Junta Del Té del país afirmó entonces que es la primera vez que se utiliza té para saldar una deuda externa.

Aceleraron conversaciones de rescate

La nación necesita además unos 6 mil millones de dólares en ayuda del Fondo Monetario Internacional (FMI) y de países como India y China para salir adelante durante los próximos seis meses, según el primer ministro. Las autoridades locales se han pasado las últimas semanas acelerando las conversaciones de rescate con el FMI y otros organismos para obtener otras nuevas fuentes de financiación.

El primer ministro dedicó los últimos meses a fomentar conversaciones con el FMI para conseguir el préstamo de ayuda mientras el presidente Rajapaksa ha negociado con China el comienzo de un proceso para reestructurar la devolución de la deuda que su país ha contraído con el gigante asiático debido al impacto de la crisis provocada por el coronavirus.

El gobierno de Sri Lanka ha acumulado  51 mil millones de dólares en deuda externa.

Los efectos de la guerra en Ucrania

“Sri Lanka estaría en crisis aunque no hubiera guerra en Ucrania, pero la guerra complicó todo”, decía hace unos meses Alan Keenan, analista de la consultora International Crisis Group. “Los efectos de la guerra en Ucrania son estos: la línea de crédito para comprar combustible para dos meses, ahora dura solo un mes. Aunque consigan un rescate, van a importar menos alimentos, menos combustible, menos medicamentos”.

Las consecuencias del Covid-19

“En mayo dejó de pagar su deuda externa por primera vez en su historia”. Además, “el gobierno culpa a la pandemia de Covid-19, que afectó el comercio turístico de Sri Lanka, una de las mayores fuentes de divisas. También dice que los turistas se han asustado por una serie de ataques mortales con bombas en iglesias en 2019”.