La variante Ómicron del Covid-19 se extendió por todo el mundo a un ritmo rápido desde que se descubrió en el sur de África el mes pasado, pero todavía hay muchas cosas que desconocemos de ella.

Se necesitan más datos para determinar sus características precisas y cómo responde a las vacunas existentes contra el coronavirus, pero lo que parece evidente es que es más transmisible que cualquiera de las variantes que hemos descubierto en el transcurso de la pandemia hasta ahora, incluidas alfa y delta.

Ómicron se ha detectado en al menos 89 países hasta la fecha, y algunos como Países Bajos, Alemania y Corea del Sur han vuelto a imponer medidas de confinamiento para frenar su propagación.

Según la Agencia de Seguridad Sanitaria del Reino Unido, este país ha registrado 14 muertes por la nueva variante y más de 60.000 casos confirmados al momento de la redacción de este artículo, mientras que los casos totales de covid-19 han aumentado más del doble y llegaron a un máximo histórico de 93.045 el viernes 17 de diciembre.

Algo que sí ha quedado claro en las últimas semanas son las diferencias entre la variante ómicron y la original del Covid-19.

Si bien la Organización Mundial de la Salud estimó que los síntomas tardan entre dos días y dos semanas en presentarse en los casos de infecciones con la primera cepa del coronavirus, se cree que la variante ómicron se incuba mucho más rápido, pues tarda entre tres y cinco días.

“Un análisis reciente realizado por la Agencia de Seguridad Sanitaria del Reino Unido sugiere que el periodo entre la infección y la capacidad de infectar podría ser más corto en la variante ómicron que en la delta”, informó el 6 de diciembre al parlamento el secretario de salud del Reino Unido, Sajid Javid.

Eso explicaría por qué se ha propagado con tanta rapidez y éxito, ya que la brevedad de su periodo de incubación da a los pacientes menos tiempo entre la sospecha de que han contraído el virus y el primer brote. Por esto es menos probable que se haga una prueba que arroje un resultado positivo para advertir a los demás, para entrar en confinamiento y para evitar que la enfermedad se siga propagando.

Un periodo de incubación más corto “hace que un virus sea mucho, mucho, mucho más difícil de controlar”, advirtió esta semana a The Atlantic Jennifer Nuzzo, epidemióloga del Centro de Seguridad Sanitaria de Johns Hopkins.

Otro aspecto de ómicron que potencialmente dificulta aún más su detección que con otras variantes es que sus síntomas son algo diferentes de los tres indicadores principales que hemos aprendido a buscar: tos, fiebre y la pérdida del sentido del gusto u olfato.

Las primeras señales de advertencia de la nueva variante, por el contrario, incluyen irritación de garganta, dolor de espalda, escurrimiento o congestión nasal, dolor de cabeza, dolores musculares y fatiga, estornudos y sudoración nocturna.

La evidencia actual de los casos de ómicron analizados en Gran Bretaña indica que los pacientes se recuperan en un promedio de entre cinco días y una semana, aunque algunos de los síntomas como la tos y la fatiga pueden persistir más tiempo.

En casos más graves, también se ha reportado dificultad para respirar, la cual ha durado hasta 13 días.

Por lo general, se cree que las personas que padecen covid-19 son infecciosas para los demás desde dos días antes de los primeros síntomas y hasta unos 10 días después de estos, aproximadamente.

Si crees que tienes síntomas de ómicron o de la variante delta, que aún es la dominante, la recomendación actual del NHS (Servicio Nacional de Salud) es que te hagas una prueba de PCR lo antes posible y te aísles en casa para proteger a los demás.

Nuestra mejor esperanza actual contra ómicron en lo colectivo es la dosis de refuerzo, que estará disponible para todos los adultos en el Reino Unido a finales de diciembre. Los estudios han demostrado que es más probable que tres dosis, en lugar de dos, ofrezcan un mayor grado de inmunidad contra la variante nueva.

Pero, como le comentó Javid a Andrew Marr de la BBC el domingo, “no hay garantías en esta pandemia”, por lo que también se recomienda al público que respete las restricciones vigentes, incluido el uso de cubrebocas en espacios públicos, no asistir a compromisos sociales innecesarios durante los días previos a Navidad y extremar las precauciones.

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