Enfoque Informativo

  • La celebración es para dar la bienvenida a las almas y tiene lugar en los pueblos asentados en la ribera del Lago de Pátzcuaro

La Noche de las Ánimas es una celebración purépecha de origen prehispánico que se realiza en varios poblados de Michoacán. Los purépechas celebran la vida después de la muerte, es decir, la muerte no representa una ausencia sino a una presencia viva y es esta celebración la que fomentó que el Día de Muertos fuera catalogada como Patrimonio Inmaterial de Humanidad por la Unesco.

Por ello, las familias se reúnen a comer con sus seres queridos que vienen del “más allá” y les ofrecen los alimentos y bebidas preferidas de los que ya partieron, además se colocan los elementos que no deben faltar en la ofenda: papel picado, flores de cempasúchil, sal, agua y veladoras encendidas para darles “luz” a los difuntos, aunque en cada lugar hay distintos elementos.

Cómo se realiza la Noche de las Ánimas en Michoacán

Durante la Noche de las Ánimas, los panteones y casas de los pueblos asentados en la ribera del lago de Pátzcuaro como Tzintzuntzan, San Pedro Cucuchucho, Ichupio, Ihuatzio, Santa Fe de la Laguna y la isla de Janitzio, se pintan de naranja con las flores de cempasúchil que adornan los altares y se usan para guiar el camino de las almas, también se ponen velas encendida, fruta, pan e incienso. Las familias también montan ofrendas en las tumbas de sus seres queridos, durante toda la noche hay rezos, cantos en purépecha.

En esta festividad, la naturaleza también hace lo suyo pues desde finales de octubre, las mariposas monarca empiezan a llegar a diferentes poblados de Michoacán, los habitantes de estos pueblos tienen la creencia que son las ánimas que ya están llegando, lo que contribuye a darle un ambiente místico. Las primeras ofrendas se dedican, entre el 28 y 31 de octubre, a los niños y jóvenes que murieron antes de tiempo, los “angelitos”. Después, entre el 1 y 2 de noviembre, se reúne la familia y vecinos para conmemorar a sus demás difuntos.

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