Jorge Romero Rendón

La decisión de la gobernadora Evelyn Salgado Pineda, de suspender el tradicional Paseo del Pendón, pero permitir la celebración de la Feria de Navidad y Año Nuevo, busca por un lado proteger a la población de contagios masivos ante la llegada de la variante Ómicron de la pandemia de Covid; y por otro, apoyar la actividad económica que en el mes de diciembre tiene un repunte importante, el más productivo del año.

La decisión era ya difícil cuando los integrantes del Consejo Estatal de Salud se la plantearon a la gobernadora, pues confluyen factores decisivos como la protección de la población ante una variante del Covid que aún no ha sido suficientemente estudiada en el mundo ni en el país para establecer los riesgos y secuelas para quienes se contagien de ella; la necesidad de mantener el esfuerzo de reactivación económica que se inició cuando se decretó el Semáforo Verde en el estado, luego de más de un año de restricciones; y también el factor político social que implica suspender una festividad tradicional cuando los controles sanitarios se han relajado en el país por el mencionado Semáforo Epidemiológico Verde y ante eventos masivos como el Informe presidencial.

La decisión fue entonces técnica: el problema del Pendón es la masiva concentración de personas, la dificultad de aplicar controles sanitarios por los múltiples accesos al recorrido oficial, que se complica por el elevado consumo de alcohol, lo que hace una combinación riesgosa para los asistentes.

En la Feria, en cambio, sí se pueden controlar los accesos, la aplicación de las medidas sanitarias, los aforos –el número máximo de personas permitido en los diversos espacios cerrados y al aire libre-, y en caso necesario, suspender eventos que no garanticen la seguridad y la salud de los visitantes, algo que se ha comprometido a supervisar muy de cerca la alcalde Norma Otilia Hernández Martínez.

De esa forma se tomó una decisión inteligente que preserva el festejo tradicional, que ayuda a la recuperación de la castigada economía local, y se preserva la salud de la población evitando contagios y fallecimientos que siguen siendo un gran peligro para todos por más que siga vigente el Semáforo Verde.

La gobernadora Salgado no le tuvo temor a las críticas por cancelar el Pendón, y se decidió por la seguridad sanitaria de la población, apoyando al mismo tiempo las ferias de Chilpancingo y de Acapulco, así como mantener la apertura de playas, hoteles, restaurantes y centros comerciales y de diversión, para que los negocios de todos los giros, formales e informales, los empresarios y los trabajadores independientes, tengan una buena temporada de ganancias con salud. Sin duda, una buena decisión que pone en evidencia la madurez con que está actuando la mandataria…

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