Enfoque Informativo

El fenómeno del mar de fondo, caracterizado por oleajes intensos generados por tormentas lejanas en el océano Pacífico, está causando serias afectaciones en Playa Bonfil y Pie de la Cuesta, dos zonas turísticas clave de Acapulco, Guerrero. Este evento oceanográfico, que produce olas de hasta 1.8 a 6 metros y corrientes peligrosas, ha erosionado las playas, dañado infraestructura turística y generado riesgos para los bañistas. Además de las medidas de seguridad implementadas por las autoridades, los prestadores de servicios turísticos, empresarios y restauranteros han alzado la voz para solicitar apoyo y proponer soluciones que mitiguen los impactos del fenómeno en sus comunidades y negocios.

¿Qué es el mar de fondo?
El mar de fondo surge de tormentas o huracanes distantes que generan ondas largas y uniformes que viajan miles de kilómetros hasta impactar las costas. En Acapulco, este fenómeno se manifiesta con marejadas, corrientes de arrastre y erosión costera, afectando especialmente a Playa Bonfil y Pie de la Cuesta. Aunque puede presentarse en días soleados, su imprevisibilidad lo hace peligroso, obligando a las autoridades a prohibir el acceso al mar y reforzar la vigilancia en las zonas afectadas.

Impactos en Playa Bonfil

En Playa Bonfil, conocida por su atractivo para surfistas y su vibrante ambiente turístico, el mar de fondo ha causado una erosión significativa de la franja de arena, reduciendo el espacio disponible para los visitantes. Restaurantes, palapas y cabañas han sufrido daños estructurales, con mobiliario arrastrado por las olas y estructuras semifijas destruidas. Las corrientes de arrastre han incrementado los riesgos para los bañistas, llevando a rescates acuáticos y, en algunos casos, accidentes. La colocación de banderas rojas y la presencia de salvavidas han sido medidas esenciales, aunque algunos visitantes ignoran las advertencias, complicando las labores de prevención.

Desafíos en Pie de la Cuesta

Pie de la Cuesta, un destino de belleza natural entre el océano Pacífico y la laguna de Coyuca, enfrenta problemas similares. La erosión ha reducido drásticamente la playa, afectando actividades turísticas como el esquí acuático, los paseos en lancha y el ecoturismo. Las marejadas han inundado áreas cercanas a la costa, dañando comercios y mobiliario turístico. Las corrientes fuertes hacen peligroso el acceso al mar, y los negocios locales enfrentan costos adicionales por retirar pertenencias de la orilla y proteger sus instalaciones, lo que interrumpe sus operaciones en un destino dependiente del turismo.

Peticiones de prestadores de servicios, empresarios y restauranteros
Los prestadores de servicios turísticos, empresarios y restauranteros de Playa Bonfil y Pie de la Cuesta han expresado su preocupación por los impactos recurrentes del mar de fondo y han presentado una serie de peticiones a las autoridades para enfrentar el problema de manera integral:

Implementación de Infraestructura de Protección Costera: Los empresarios han solicitado la construcción de barreras naturales o artificiales, como rompeolas, escolleras o sistemas de dunas reforzadas, para reducir la erosión y proteger la franja de arena. Estas estructuras podrían mitigar el impacto de las marejadas y preservar la infraestructura turística a largo plazo.

Apoyo Económico para Reparaciones: Los negocios afectados han pedido apoyos financieros o programas de subsidios para cubrir los costos de reparación de daños causados por el oleaje, como la reconstrucción de palapas, la reposición de mobiliario y la rehabilitación de áreas erosionadas. Estas medidas son cruciales para evitar pérdidas económicas que afectan los ingresos de las familias locales.

Campañas de Concientización Turística: Los prestadores de servicios han solicitado campañas educativas dirigidas a los visitantes para informar sobre los riesgos del mar de fondo y la importancia de respetar las banderas rojas y las indicaciones de los salvavidas. Estas campañas podrían incluir señalización más clara en las playas y material informativo en hoteles y restaurantes.

Monitoreo y Alertas Tempranas: Los restauranteros han propuesto la creación de un sistema de monitoreo oceanográfico que permita emitir alertas tempranas sobre la llegada del mar de fondo. Esto facilitaría la preparación de los negocios y la implementación oportuna de medidas de seguridad, como el retiro de mobiliario o la suspensión de actividades acuáticas.

Promoción de Actividades Alternativas: Para mitigar las pérdidas económicas durante los episodios de mar de fondo, los empresarios han pedido apoyo para promover actividades turísticas no acuáticas, como recorridos culturales, talleres gastronómicos o eventos en la laguna de Coyuca. Estas alternativas podrían mantener la afluencia de visitantes y diversificar la oferta turística.

Capacitación para Prestadores de Servicios: Los prestadores de servicios han solicitado programas de capacitación en gestión de riesgos y primeros auxilios para estar mejor preparados ante emergencias causadas por el oleaje. Esto incluye entrenar al personal en técnicas de rescate y en la comunicación efectiva con los turistas durante estos eventos.

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