Enrique Silva M
AL volante
Aún estamos con la euforia de los festejos de fin de año en Guerrero, la espectacular gala de pirotecnia con que se recibió al 2022, se ofrecen cifras positivas de la temporada tanto en captación turística como derrama económica, sin embargo poco se habla de temas que opacan dicha alegría, sobre todo que algunos de ellos bien pudieran evitarse, uno de ellos es el tema del transporte público, ya que cada año -y éste no fue la excepción- los trabajadores del volante subieron a su libre albedrío las tarifas sin que nadie lo pudiera evitar, aprovechándose de una complicidad existente desde hace mucho, de una falta de interés por mejorar el servicio y de una nula observancia de que se cumplan normas, reglamentaciones y requerimientos legales, todo lo contrario, sigue solo el interés de quienes están al frente de esa área por obtener dinero a costa de transportistas y del propio usuario.
Otro tema que eclipsa una buena temporada es el control que mantuvieron los normalistas de Ayotzinapa de las casetas en la autopista del sol -igual sin que nadie hiciera algo por evitarlo- ya que además de afectar los ingresos de caminos y puentes federales, se afecta la imagen de nuestro estado, se desprotege a los automovilistas al no hacer efectivo el seguro en caso de algún accidente e incluso se les atemoriza al ver a personas encapuchadas exigiendo dinero por dejarlos pasar en una carretera, haciendo ver a Guerrero como tierra sin ley.
Sin duda hubo otras situaciones que criticar pero también muchas más que celebrar con la esperanza de que la actividad turística vaya en ascenso y con ello también la recuperación económica de la entidad. Lo que se tiene que entender es que se deben redoblar esfuerzos para que la actividad turística sea permanente y no solo por temporadas, que la estancia de los visitantes sea placentera y que las condiciones de vida para los habitantes locales sean satisfactorias.
Las autoridades todas deben actuar de manera más responsable, actuar con apego a la ley y hacer que todos las cumplan, falta disciplina y autoridades que sean capaces de ejercerla así como de orientar al ciudadano que no lo haga, se dice fácil pero se ve que no lo es ni lo ha sido, sin embargo es su obligación ¿no creé usted?