Los días para Héctor Apreza Patrón al frente del Comité Directivo Estatal del PRI, están contados. Para la militancia de dicho instituto político, será algo saludable, ya que durante un año demostró ser un dirigente gris y alejado de las bases.

A través de una Asamblea de Consejeras y Consejeros Políticos, el PRI elegirá al que habrá de llevar las riendas del tricolor de cara al proceso electoral de 2024. Así lo acordó el pasado 22 de enero la Comisión Política Permanente de ese partido.

Inicialmente, hubo quienes pidieron una consulta a la militancia, pero los jerarcas de ese partido no lo consideraron viable.

En este momento son dos personajes los que han levantado la mano para buscar la dirigencia estatal. Me refiero a Mario Moreno Arcos, ex candidato a la gubernatura en el pasado proceso electoral y ex alcalde de Chilpancingo, y Alejandro Bravo Abarca, ex jefe de la oficina del gobierno del estado y ex alcalde de Zihuatanejo.

El que ya dijo que no se registrará para ese cargo, es Ricardo Taja Ramírez, ex candidato a la Alcaldía de Acapulco y ex diputado local y federal. De hecho, su equipo político ya está abandonado las filas del tricolor, empezando por Javier, su hermano, quien fue uno de los beneficiados del gobierno astudillista.

Mario Moreno ha señalado que no renunciará a su militancia de más de 30 años, aunque ha cuestionado el método aprobado para elegir a la nueva dirigencia estatal, al considerar que no garantiza la igualdad de oportunidades para quienes pretenden competir.

Alejandro Bravo, por su parte, no ha parado de recorrer el estado y sumar a más adeptos (consejeros) a su proyecto. Los alcaldes y legisladores que en la pasada elección lograron ganar en sus municipios y distritos le han manifestado su apoyo.

Al oriundo de Petatlán se le ve confiado de ser el sucesor de Apreza Patrón, pero ha sido muy respetuoso de los actores políticos de su partido y ha llamado a la unidad.

Si el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PRI emite la convocatoria con los mismos términos que aprobó la Comisión Política Permanente del PRI en Guerrero, el que será ungido como dirigente es Alejandro Bravo.

Todo es cuestión de números. La mayoría de los consejeros políticos forman parte de los grupos políticos de los ex gobernadores Rubén Figueroa Alcocer y Héctor Astudillo Flores, quienes abrazaron el proyecto de Alejandro Bravo desde un inicio.

Los renejuaristas también se han sumado a la “cargada”. Lo que se ve, no se juzga, diría el Divo de Juárez.

Las circunstancias no favorecen a Mario Moreno. Y él lo sabe. De hecho, el pasado 1 de febrero manifestó que estará a la espera de la convocatoria y en base a ello decidirá si participa o no.

“Yo estoy a la espera de la convocatoria, la convocatoria me dirá si tengo posibilidades o si mejor ahí lo dejamos”. (Interacción Noticias, 01-ll-2022).

De llegar a la dirigencia de su partido, Alejandro Bravo ha manifestado que uno de sus principales compromisos es reposicionar al PRI como la primera fuerza política en Guerrero.

Es claro que las cosas en el PRI no están del todo bien. Requieren una operación cicatriz y buscar la unidad.

En 2024, el tricolor se juega su futuro, no sólo en Guerrero, sino en el país.

Estaremos atentos del desenlace que tenga el proceso de definición de la dirigencia estatal del partido que en 1929 fundara el general Plutarco Elías Calles y que durante varias décadas detentó el poder en México.

ENTRE OTRAS COSAS… El ex gobernador Ángel Aguirre Rivero es el menos indicado para dar clases de gobernabilidad, ya que fue omiso en los hechos ocurridos la noche del 26 y madrugada del 27 de septiembre de 2014 en Iguala y que generó la peor crisis de gobernabilidad registrada en las últimas décadas en el país. De hecho, él tuvo que solicitar licencia como gobernador del estado.

Mientras él salió por la puerta trasera del poder, Guerrero y México fueron el centro de la atención en el mundo durante varios meses.

La irresponsabilidad de Ángel Aguirre le pegó tan fuerte al PRD que perdió la gubernatura en 2015. Y es la hora en que el Sol Azteca no puede levantarse de tan tremendo golpe político.

Lamentablemente, muchos perredistas se le siguen cuadrando al ometepequense. Amnesia pura.