Enfoque Informativo

Ya sea en la lactancia como en la edad adulta, la cola tiene numerosos usos orgánicos, emocionales y para su vida en comunidad.

La frase popular dice “más contento que perro con dos colas”. Pero habla de sólo una de las muchas funciones que cumple esa parte del cuerpo de los canes, con un significado preciso de alegría y bienestar. En otras posiciones mostrará otras emociones, como temor, por ejemplo.

Pero además, la cola los ayuda a moverse con más precisión y potencia, sirve de apoyo, los protege de infecciones, etc.

1.- En la lactancia

Los cachorros comienzan a mover su cola a partir de las dos semanas de vida. Antes sus rabos permanecían inmóviles.

A partir de ese momento, las colas de los cachorros se mueven intensamente, mientras toman la leche de su madre. Hasta entonces todo había sido placer y pertenencia.

A esa edad por su tamaño relativo, por el contacto y la contigüidad con sus hermanos y por la propia percepción comienzan a tener noción de la existencia de la competencia por la teta con sus hermanos y la cola corporiza ese estado de conflicto.

La cola comienza a transformarse en el órgano semáforo de los sentimientos. Los cachorros hijos únicos retrasan considerablemente el comienzo del meneo de su cola.

2.- Termómetro de emociones

La cola del perro también sirve para transmitir emociones dependiendo de la combinación de su movimiento y posición con el de otras partes del cuerpo componiendo así un significado emocional.

3.- Para mantener su equilibrio

La cola y también le sirve al perro para mantener su equilibrio, al hacer giros cerrados, mientras nada, al caminar por senderos angostos o cuando salta.

4.- Para manera de echarpe

Las razas de clima frío o los perros de pelo largo que viven en esos climas, suelen tener la cola tupida y en forma de hoz para retener el calor cuando duermen colocándola a manera de bufanda.

5.- Para comunicarse con personas y otros animales

Los perros nunca mueven la cola para sí mismos. Siempre lo hacen teniendo en cuenta a los demás.

Se ha comprobado que no mueven su cola cuando están solos ya que no tienen ninguna necesidad concreta de hacerlo. Sería como hablar solo.

6.- Para liberar los aromas de las glándulas perianales

Los movimientos de la cola de los perros ayudan, a modo de ventilador, a difundir los aromas desprendidos por las sustancias emanadas de las glándulas perianales, el “documento de identidad y del estado de ánimo” del perro.

Estos aromas tienen fines vinculares porque cada perro tiene un olor único y propio de él o de ella y esos olores son una fuente de señalización, marcan el territorio y comunican una actitud.

Las glándulas perianales tienen una secreción de olor muy intenso, más bien fétido, tal vez el peor olor, el más feo que alguien haya olido en su vida pero contiene almizcle que fija y acentúa las fragancias por lo que con muy poco marcan y comunican mucho.

Un perro dominante o “alfa” que lleva su cola en alto va a liberar más de su olor comparado con un perro que lleve la cola hacia abajo, queriendo más bien esconder su olor distintivo para pasar desapercibido.

Estos aromas forman el famoso “mapa olfativo”, que le sirve al perro para orientarse en tiempo, espacio y vínculo.

7.- Cuando están tratando de vincularse con el sexo opuesto para reproducirse

Cuando un perro y una perra se quieren aparear se comunican meneando la cola en forma muy parecida a lo que podríamos llamar un “ataque de alegría” (de hecho lo es), pero se diferencia en la expresión por la variación en la velocidad del movimiento de la cola, y en la postura de sus orejas y el hocico.

Todos conocemos el dicho popular “más contento que perro con dos colas” y es indudable que resulta más que cierto ya que queda demostrada la ajustada relación entre el estado de ánimo de los perros con la postura y el movimiento de sus colas.

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