El pasado lunes 16 de mayo, México cruzó el umbral trágico de las cien mil personas desaparecidas, en base de una contabilidad que se inició en marzo de 1964, según el registro que a partir de entonces lleva la Secretaría de Gobernación.

Es una tragedia, reitero, porque la cifra duplica o triplica las que reconocen otros países latinoamericanos que han padecido guerras civiles, violencia permanente del narco, gobiernos totalitarios y atroces periodos de guerra sucia contra su población, como eventualmente pueden ser Guatemala, Colombia o Argentina.

Cien mil personas, de todos los géneros y todas las edades, de las que se desconoce su paradero porque a lo largo de años, incluso décadas, ni siquiera sus restos han podido ser localizados. Personas que un día están y al otro se esfuman, sin que las instituciones de seguridad, generalmente hundidas en la simulación, la colusión con las bandas criminales y la desbordada impunidad, sean capaces de dar una respuesta creíble o por lo menos coherente.

Ningún gobierno ha sido capaz siquiera de contener este lacerante fenómeno, que agravia profundamente a decenas de miles de familias. Cuando detona la violencia irracional de las bandas criminales ligadas al narco, en la segunda mitad del gobierno de Vicente Fox, el Registro Nacional de Personas Desaparecidas reportaba apenas 854.

Vino después la declaratoria de guerra contra los cárteles por parte de Felipe Calderón y la cifra crece exponencialmente a 17 mil, después, con Enrique Peña Nieto se duplica a más de 35 mil y ahora con López Obrador, de enero de 2019 a la fecha, ya se han registrado casi 31 mil personas desaparecidas, por lo que, si se continúa a este ritmo, a finales de sexenio habrá más de 60 mil.

En todos los estados del país, sin excepción, hay desapariciones. Estadísticamente se registran más en los que están permanentemente en disputa por su ubicación estratégica o de producción de estupefacientes, pero en realidad las personas pueden desaparecer en cualquier lugar del territorio nacional. Esto, sin atender su condición socioeconómica, ni ningún otro factor.

Adicionalmente, las desapariciones están asociadas con otro delito terrible: el feminicidio. Y generalmente, si hay un crimen que quede totalmente impune en México, es precisamente ese. La larguísima lista de los nombres de las víctimas quedará solo en el recuerdo de sus familiares, porque más allá, jamás habrá justicia para ellas.

Por parte de los gobiernos, lo de siempre. Mucha retórica, pero no se aprecia ninguna estrategia efectiva para abatir este delito, que genera la sensación en el ciudadano de vivir en la total indefensión.

DE NUEVA cuenta, Guerrero será escenario de intensa actividad en los próximos días. El domingo, en lo que será una nueva visita presidencial al estado, Andrés Manuel López Obrador inaugurará la versión número 46 del Tianguis Turístico de Acapulco, mismo que concluirá el miércoles 25, con la asistencia de miles de operadores turísticos de casi 70 países, muchos de los cuales ya han arribado al puerto.

Adicionalmente, también el fin de semana se efectuará en Acapulco la sesión de la Conferencia Nacional de Gobernadores, por lo que se anticipa la presencia de mandatarios de todo el país. Cobra interés nacional esta reunión, porque se ha agendado el tema relacionado precisamente con las estrategias de seguridad que se debe brindar al turismo para impulsar la recuperación del sector, ahora que la pandemia se está atenuando.

Y finalmente, también se espera nuevamente la realización del controvertido Acá Moto, evento que ha resultado no muy grato para los porteños, pero que ahora, según garantizan las autoridades municipales, estará bajo control. Habrá que ver.

DONDE el desaseo y la manipulación continúa en todo su esplendor, es en el Congreso del estado. La reciente aprobación de la despenalización del aborto demostró nuevamente que a la fracción mayoritaria de Morena no le importa pasar por encima del procedimiento parlamentario, incluso de la ley orgánica del Congreso para lograr sus objetivos facciosos.

Sin duda, la 63 legislatura seguirá en franco declive.