Enfoque Informativo
La Liga mexicana suspende todos los partidos del domingo ante una batalla campal que deja decenas de heridos
La condena ha sido categórica y ha llegado enseguida de la primera línea de la política, el deporte y el poder judicial. La batalla campal entre grupos de hinchas de Querétaro y el Atlas durante el partido que este sábado se jugaba en el estadio La Corregidora ha provocado las reacciones casi inmediatas de los gobernadores de Querétaro y de Jalisco. El primero, Manuel Kuri, ha asegurado que no habrá impunidad. “He dado instrucciones para que se aplique la ley con todas sus consecuencias”. Tras mantener una reunión con los responsables de seguridad y de gobierno del territorio, ha reiterado que “habrá castigo” para quienes desataron una furia sin freno que ha dejado decenas de heridos e imágenes escalofriantes de violencia.
Kuri está en contacto con su homólogo, Enrique Alfaro, quien ha afirmado “que todas las áreas de seguridad y emergencias de Jalisco están en comunicación con las autoridades de Querétaro para apoyar en todo lo que se requiera”. “La información y los datos sobre estos hechos todavía no se determinan, pero estaré al pendiente para apoyar en lo que se necesite. El Gobierno de Jalisco lamenta profundamente que la violencia se apodere de los estadios de futbol”, ha agregado Alfaro.
El presidente de la Liga, Mikel Arriola, se ha puesto a disposición de las autoridades para colaborar en la investigación y ha anunciado al suspensión de todos los partidos restantes de la novena jornada previstos para este domingo. “Inadmisible y lamentable la violencia”, ha dejado claro. “Se castigará ejemplarmente a los responsables por la ausencia de seguridad en el estadio. La seguridad de nuestros jugadores y afición es prioridad”. De momento no se conocen los detalles de las indagaciones, pero en ellas ya se ha interesado el máximo responsable de la judicatura mexicana, Arturo Zaldívar.
“Lamento profundamente lo acontecido en mi Ciudad de Querétaro. Mis condolencias y un abrazo para las familias de las víctimas. Se debe investigar y sancionar a los responsables. México no puede seguir así. Urge detener la violencia. Un evento familiar no puede terminar así”, ha condenado el ministro presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
A falta de pronunciamiento oficial del Gobierno federal, una de las primeras condenas que ha llegado desde las filas oficialistas ha sido la de Ricardo Monreal, una de las figuras más relevantes de la Cuarta Transformación, el jefe de senadores de Morena y aspirante a sustituir al presidente Andrés Manuel López Obrador en 2024. El veterano político ha calificado de “trágico, doloroso y lamentable el escenario vivido en el estadio La Corregidora” “Es inadmisible tanta barbarie y violencia, y un día oscuro para el deporte nacional”, ha lamentado.
También Santiago Nieto, hasta el pasado mes de noviembre responsable de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), también se ha sumado al clamor de repudio. “Lamento mucho el terrible y trágico acontecimiento en el estadio La Corregidora en Querétaro. Soy de San Juan del Río. El fútbol es un deporte que une familias. La seguridad es responsabilidad de todas y todos. La vida de las personas deben estar por encima del negocio”, ha indicado.
Diversas voces del mundo del fútbol mexicano también se han unido a la condena. El exfutbolista y entrenador Rafael Márquez ha tratado de ser claro ante unas escenas de violencia que no tienen precedente en la historia reciente de los deportes del país. “Lamentable lo que está sucediendo en Querétaro, vergüenza que esté sucediendo esto en mi país”, ha deplorado desde sus redes sociales. El Club Universidad Nacional ha clamado contra lo sucedido. “Lo que se vivió hoy en las tribunas es un acto de violencia que no debe repetirse en ninguna plaza y bajo ninguna circunstancia”, ha indicado el equipo en un comunicado al pedir que se redoblen esfuerzos de autoridades, ligas y sociedades “para garantizar la integridad y seguridad de los asistentes”. Amaury Vergara, presidente de Chivas, ha añadido tres adjetivos a la jornada: “Reprobable, triste e inadmisible”. “Lo sucedido hoy en La Corregidora no es fútbol. Pondremos todo de nuestra parte para promulgar la paz y nos unimos a la pena de las familias afectadas”, ha prometido.