Francisco Rodríguez

Amiguismo, compadrazgo, influyentismo son vicios de la democracia “a la mexicana” que la 4T no ha logrado –ni siquiera ha intentado—desterrar.

Por el contrario, con AMLO al frente la Cuarta Decepción ha sublimado estas prácticas.

Veamos el reciente caso de la empresa DEMOS, Desarrollo de Medios, S.A. de C.V. que edita siete diarios La Jornada en diversas plazas del país.

Sumida en un conflicto obrero – patronal desde hace poco más de cuatro años, esta sociedad anónima ha contado invariablemente con el apoyo de las autoridades laborales…

… ya porque se dice que su directora es comadre del ahora Presidente de la República…

… ya porque algunos de sus columnistas, editorialistas y cartonistas han sido ghost writers o “negros” de los libros que se han publicado con la firma de Andrés Manuel López Obrador…

… ya porque los medios que edita se han convertido en órganos propagandísticos del partido Morena y del gobierno que encabeza AMLO…

… o hasta porque sobornaron económicamente a la anterior presidenta de la Junta Local de Conciliación y Arbitraje de Ciudad de México.

Cuatro años de conflicto iniciado por la pésima situación económica por la que entonces atravesaba la hoy boyante empresa.

Ayer, al borde de la quiebra.

Hoy, en Jauja merced al derroche de propaganda que le paga el gobierno.

La Corte de la princesa Lira  

Por la situación de la empresa, pues, el sindicato accedió en 2016 a que durante un año se les redujeran algunas de sus prestaciones económicas.

Pero en la siguiente revisión del contrato colectivo de trabajo, unilateralmente la empresa rebajó otras prestaciones y, lo peor, les quitó otras más. De los paupérrimos salarios mejor ni platicamos.

Así que el sindicato emplazó a huelga a la empresa.

Y las autoridades laborales se hicieron las disimuladas.

Al mismo tiempo los trabajadores descubrieron que un grupúsculo de directivos, editorialistas, columnistas y caricaturistas recibían, en plena crisis económica, salarios de 200 mil pesos y más… al tiempo que estos aristócratas de la nómina les quitaban prestaciones a los plebeyos reporteros y administrativos.

Y entonces se planteó un conflicto colectivo de naturaleza económica.

Volvió, entonces, a violentarse la ley… con ayuda de las dizque autoridades –sin autoridad alguna– laborales.

Porque sin haberse resuelto el emplazamiento de huelga, se procedió a dirimir el conflicto colectivo de naturaleza económica.

Los peritajes favorecían cada cual a las partes. El perito contador contratado por el sindicato revisó las cuentas y corroboró la disparidad de salarios y prestaciones. El que contrató DEMOS dijo no haber encontrado ninguna irregularidad.

Y entonces la Junta nombró un contador perito para dirimir las discordancias ¡que le dio la razón a la empresa! Dictaminó que no había salarios exorbitantes para la Corte que rodea a la princesa Carmen Lira Saade.

Que todos estaban encuadrados dentro del ranking de lo que perciben directivos de otras empresas… que no están quebradas, por cierto.

Denuncias penales y un suicidio 

Así, sin que la Junta resolviera el emplazamiento a huelga, los trabajadores decidieron llevarla a cabo de facto y colocaron un candado en la puerta de la reja que rodea al edificio de la empresa.

Había personal dentro del edificio que debió haber sido sacado, incluso por la fuerza, debido a su papel de esquiroles.

No lo hicieron así y la empresa denunció penalmente por privación ilegal de la libertad a los dirigentes sindicales y a quienes, por fotografías, identificó como autores del “secuestro” de los esquiroles.

Entre ellos estaba un joven de 19 años, hijo de quien entonces lideraba al gremio jornalero, Judith Calderón. Un joven tranquilo, muy serio, aspirante a abogado pues quería que las injusticias como las que estaba viviendo terminaran y que sólo acompañaba a su madre a la que DEMOS despediría poco después.

Demandando penalmente, atestiguando el despido de su madre, viviendo una situación precaria, Alejandro Caballero Calderón –también hijo de otro colega que se desempeña en Proceso— se quitó la vida.

El miércoles pasado, 3 de noviembre, finalmente los demandados por el presunto “secuestro” de esquiroles fueron absueltos.

No había secuestro. Sólo un evento dentro del tardado conflicto laboral.

Mucho tiempo después de que Alejandro se quitara la vida.

La 4T inclinada a la patronal.

Igual, ahora, con el sindicato de Notimex.

(Continuará)

Indicios 

Fue el extraordinario columnista Darío Celis quien dio pie al escándalo político que hoy remece a la Cuarta Decepción: la boda del titular de la UIF Santiago Nieto con la consejera del INE Carla Humphrey. Y es que a las 13 horas con 21 minutos, Celis twitteó en su cuenta @dariocelise que “Mientras la jefa de @GobCDMX @Claudiashein, está en campaña permanente recorriendo los estados, la secretaria de @TurismoCDMX, @LaraPaola1, fue detenida el 5 de noviembre en el aeropuerto de Aurora, Guatemala. Quiso introducir de forma ilegal 25 mil USD en efectivo.” Y tal provocó que #LadyRebsamen, como también llaman a “la favorita” de AMLO, diera por buena inmediatamente la renuncia presentada por quien debió sujetarse a la austeridad (jejejeje) de la 4T. Ya luego se supo de la boda, del boato, de los invitados y no de los 25 sino de los 35 mil dólares del dueño de El Universal, Juan Francisco Ealy Ortiz. ¡Muy bien Darío! ¡Una exclusiva más a tu favor! * * * Y por hoy es todo. ¡Feliz inicio de semana! Recuerde que siempre le deseo ¡buenas gracias y muchos, muchos días!

 

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