Juan José Romero

El abogado de familiares de los 43 normalistas desaparecidos, Vidulfo Rosales Sierra, desechó lo afirmado por el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, en cuanto a que el Gobierno Federal ya sabe qué fue lo que le ocurrió a los estudiantes en Iguala, la noche del 26 y madrugada del 27 de septiembre de 2014.

Y es que asegura que quienes conocen las investigaciones del caso saben que «no dan todavía como para decir que ya se sabe lo que ocurrió», toda vez que lo que se tiene hasta el momento es sólo una línea de investigación, expuso.

La semana pasada, durante una de sus conferencias matutinas, el presidente López Obrador afirmó que ya tiene plena certeza de qué fue lo que sucedió con los estudiantes, aunque señaló que se darán a conocer los resultados de la investigación después de que se lleve a cabo la certificación de las pruebas y que avance el proceso judicial de algunos elementos de la indagatoria.

Cuestionado al respecto, Rosales Sierra dijo que en el Colectivo «Nos Faltan 43» escucharon con atención la aseveración del Ejecutivo federal; sin embargo, recalcó que para quienes conocen las investigaciones que se han llevado a cabo, saben que los resultados «no dan para decir que ya se sabe lo que ocurrió; lo hemos dicho varias veces, lo que se tiene es una línea de investigación, nada más, que solo ha aportado algunos resultados», insistió.

mencionó que esa línea de investigación a la que se refiere López Obrador está basada en un solo testigo, lo cual es insuficiente para afirmar que ya se sabe lo que ocurrió, porque se necesitan más pruebas y mayor investigación, «porque para una víctima de desaparición forzada no es suficiente tener nada más una hipótesis».

Puntualizó: «Lo que vemos, más bien, y quiero ser enfático, es una posición política de este gobierno que quiere adelantar una conclusión por otros motivos, pero decir que ya se sabe lo que ocurrió, pues no».

Dijo que la afirmación del presidente López Obrador está fundada en lo que dice el «testigo Juan», que afirma que los estudiantes fueron detenidos por distintas corporaciones policiacas, fueron divididos en tres grupos en Iguala, y que fueron asesinados y sus restos arrojados en tres sitios, uno de los cuales fue la barranca «La Carnicería», en donde se encontraron 900 restos, de los cuales dos ya fueron analizados y corresponden a los estudiantes, pero los demás no se pudieron analizar.

Sin embargo, «esta versión del «testigo Juan» por lo menos debería estar corroborado por otro más, pero no los hay», ya que además en otras investigaciones, él mismo se contradice.

Rosales dejó en claro que lo que los familiares de los 43 estudiantes necesitan es la verdad, «es que haya un procedimiento limpio, claro y que no intervenga la política en esto», por lo que se pronunció en contra de que se manipule la investigación, finalizó.

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