Alejandro Ortiz
El Obispo de la diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza calificó que actualmente el semáforo epidémico por Covid-19 en el estado de Guerrero, se encuentra en color sandía “porque es verde por fuera pero rojo por dentro”.
Tras oficiar la misa dominical en la catedral de Chilapa de Álvarez, el prelado católico se pronunció ante los próximos eventos que están siendo analizados para realizarse en Guerrero, en medio de una cuarta ola de Covid-19 que afecta a distintos países.
Salvador Rangel habló de manera específica sobre el Paseo del Pendón, que anuncia la Feria de San Mateo Navidad y Año Nuevo de Chilpancingo, ante la cual pidió que prevalezca la prudencia y no la popularidad y quedar bien con la gente”.
“Se siguen presentando muertes y enfermos de coronavirus, mi punto de vista sería esperar a que no haya contagiados”, indicó.
En este mismo sentido, adelanto que las fiestas decembrinas en Chilapa deben esperar y anunció que sí habrá eventos religiosos, pero con limitaciones en aforos y cuidando medidas sanitarias.
El obispo de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza llamó a la gobernadora Evelyn Salgado Pineda y a la alcaldesa de Chilpancingo, Norma Otilia Hernández Martínez, a la “prudencia” y no realizar el Paseo del Pendón que anuncia la Feria de San Mateo, Navidad y Año Nuevo, por el Covid-19.
Entrevistado después de oficiar la misa de la 1:00 de la tarde en Chilapa de Álvarez, el prelado católico dijo que la pandemia aún sigue vigente y está cerca de producirse la “cuarta ola” en México y Guerrero.
Dijo que en otros países de Europa ya están sufriendo de nueva cuenta los embates de este virus y recordó que desde la semana pasada han estado cerrando sus fronteras luego de que se detectara una nueva variante “peligrosa” denominada “Ómicron”.
Por ello, y ante la cercanía de las fiestas decembrinas, el prelado católico llamó a las autoridades de Guerrero y en especial a las de Chilpancingo, a no realizar el Paseo del Pendón en su edición 2021, puesto que advirtió que llevar a cabo este tipo de eventos públicos y masivos traería como consecuencia más contagios.
“Dios quiera que aquí en Guerrero prevalezca la prudencia, no la popularidad y quedar bien con la gente, sino ante todo la seguridad de la salud. Es mejor aguantarnos la alegría del Pendón y no llorar a los muertos que se presenten por el Covid-19”, dijo.
Rangel Mendoza insistió en entrevista esta tarde que las autoridades estatales deben establecer diálogos con los grupos delincuenciales para pacificar Guerrero.
En las últimas semanas se ha recrudecido la violencia en Acapulco, Chilpancingo, Iguala, Zihuatanejo, entre otros municipios, que ha dejado muchas personas muertas y heridas y hasta negocios afectados.
A causa de ello, la gobernadora Evelyn Salgado Pineda reforzó la seguridad con el despliegue de decenas de efectivos de la Marina Armada de México a las calles de dichas ciudades en coordinación con elementos de la Policía Estatal, Guardia Nacional y Policía Municipal.
Sin embargo, los asesinatos continúan en la ciudad porteña y en la capital del estado. Por ejemplo, esta madrugada fue asesinado a balazos el propietario del Hotel California, ubicado en la colonia Los Ángeles, al oriente de Chilpancingo.
Consultado al respecto, el obispo Salvador Rangel Mendoza insistió en que el gobierno del estado que preside la morenista Evelyn Salgado Pineda debe establecer diálogo con las células criminales para pacificar el estado de Guerrero.
“Yo sigo diciendo que hay que agarrarnos a todos los sectores de la sociedad y hacer un verdadero pacto de paz porque en Guerrero el narcotráfico tiene años operando y pues es un elemento con el cual se tiene que platicar, se tiene que dialogar entre todos y lograr la paz”, consideró.
Reiteró que estos hechos de violencia son muestra de que “somos gobernados por los narcos y no por los políticos” y reiteró que “muchos políticos fueron apoyados por los narcos” y que ahora les están cobrando el apoyo que les ofrecieron para llegar al poder.
“…y lo estamos viendo en Chilpancingo: sacaron a un grupo delictivo, pero se les metió otro y no hay quien les ponga freno. Ojalá éstos de la Guardia Nacional de verdad puedan hacer algo”, pidió, pero advirtió que se desataría “otra guerra”, por lo que, insistió, “el camino es el diálogo, el acercamiento”.