Enfoque Informativo

Los ataques se comenzaron a registrar desde los primeros días de mayo en las comunidades cercanas al río Atoyac

El pasado martes 2 de mayo, habitantes del poblado de “El Caracol”, en el municipio de Heliodoro Castillo, observaron varios dorones sobrevolando la comunidad.

Al día siguiente volvieron advertir la presencia de los objetos voladores, pero en esa ocasión fueron lanzadas seis bombas sobre la comunidad, lo que motivó que la población saliera de manera inmediata buscando proteger la vidas de mujeres y niños de las agresiones.

Más de la mitad de las personas desplazadas presentan problemas de salud, como diarrea, tos, gripa, fiebre, dolor de cuerpo, dolor de cabeza y crisis nerviosa, entre otros padecimientos”, detalló en un comunicado el Centro de Derechos de las Víctimas de Violencia “Minerva Bello”.

Una semana antes de que iniciaran los ataques en otros pueblos cercanos como Nuevo Balsas, en el municipio de Cocula. también sufrieron ataques desde drones, reportó un medio local. También se reportaron ataques en las comunidades de Acatlán del Río, Tetela del Río, Santa María, Texocotla, El Querenque, Lagunita y Tlatzala.

Los pobladores de Nuevo Balsas señalaron directamente a un grupo delincuencial que opera en Michoacán como la organización responsable de los ataques mediante artefactos voladores.

“Llevan más de una semana atacándonos con drones, primero era al grupo de comunitarios que estamos en los cerros enfrentando el avance de la Familia que desde el mes de febrero intenta llegar a Nuevo Balsas, y ahora está atacando a las comunidades donde hay gente inocente que no tiene nada que ver con el conflicto”, explicó uno de los comunitarios de Nuevo Balsas.

“Les hemos hablado a las autoridades para decirles lo que sucede, pero hacen caso omiso. Las mujeres y los niños han abandonado sus comunidades, los hombres se quedaron porque al igual que nosotros vamos a pelear para defender nuestro territorio”, añadieron.

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