Guillermo Hernández Acosta

  • Estás fueron para pagar las necesidades del Ejército Insurgente

Al surgir el movimiento de independencia, la preocupación principal de quienes iniciaron está justa bélica, fue la de dotar de armas y comida al Ejército formado de campesinos, mal armados pero dispuestos a entregar su vida y eso lo supo desde un principio José María Morelos y Pavón, al asumir el liderazgo del movimiento en el sur comisionado por el cura Miguel Hidalgo y Costilla.

De acuerdo a investigaciones del periodista y escritor tecpaneco, Arturo Ríos Ruiz, fue precisamente Morelos el primero en emitir o acuñar una moneda en México de manera independiente del reino de España y lo hizo en Tecpan, la también nombrada primera provincia libre de América.

Ríos Ruíz agregó que se trató de una moneda de necesidad a fin de cubrir la escasez de dinero para pagar las necesidades del Ejército Insurgente, entre ellas, los salarios de las tropas, su sustento y pertrechos de guerra.

Recordó que en octubre de 1810, José María Morelos y Pavón fue instruido por Miguel Hidalgo y Costilla para organizar un Ejército en el sur del país, quedando a la cabeza del movimiento insurgente en marzo de 1811 tras la captura del “Padre de la Patria”, y “Tecpan de Galeana fue una parada obligada porque los Galeana, terratenientes de aquellos años gozaban de una posición económica importante siendo abastecedores del Ejército del Ciervo de la Nación con la figura del General Hermenegildo Galeana.

Con el respaldo de los Galeana, Hermenegildo, Juan José y Pablo Galeana, dueños de la hacienda el Zanjon, propiedad que abarcaba de San Jerónimo de Juárez hasta Zacatula, en el municipio de la Unión de Isidoro Montes de Oca, con tal apoyo se cuenta que Morelos acuñó monedas de cobre entre 1811 y 1814, que equivalían a promesas de pago, en plata u oro, cuando la guerra triunfase.

El historiador tecpaneco, autor de libros como “El niño de Morelos” y el príncipe Hermenegildo Galeana” el movimiento insurgente tuvo que acuñar su propia moneda con medios rudimentarios y con poca plata, por lo que las más abundantes fueron de cobre, algunas sobreviven al paso del tiempo como está que estamos mostrando.

De acuerdo a las investigaciones realizadas por Ríos Ruiz, en aquellos años existía una comunidad llamada Santa Bárbara y quienes la fundaron dieron a Morelos una campana de cobre para fundirla y acuñar las primeras monedas de que se tiene registro en el país, “la comunidad estaba ubicada a unos 30 minutos de Tecpan en dirección a la sierra y de ahí en bestias bajaron el material para acuñar las monedas”, dijo.

La moneda presenta en el anverso el monograma de Morelos acompañado de la denominación y del año de acuñación. En el reverso, hay un arco con flecha y debajo la palabra SUD, el acabado es burdo, habiendo dos variedades de esta moneda, una sencilla y otra con adornos vegetales, y se produjeron piezas de 8, 2, 1 y 1/2 real.

Las piezas más comunes de esta moneda fueron las de 8 reales y las más raras fueron las de 2 reales y las de medio real y dichas acuñaciones fueron tanto del tipo S.U.D, sin embargo la característica principal del diseño de las monedas de Morelos son el monograma en el anverso y el arco con flecha en el reverso, muchas de ellas contiene las letras M O S, abreviación del nombre de Morelos.

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