Siempre que se inicia un proyecto, cualquiera que éste sea, los amigos, compañeros, familiares y regularmente la sociedad en general, anteponen como meta para conocer la funcionalidad de ese proyecto, ¡el primer año!
Esto viene a colación porque al momento de contraer nupcias con mi hoy esposa, amigos cercanos me comentaron que a ver cómo me iba en mi matrimonio el primer año, ya que después de cumplirlo me arrepentiría; esta situación no se cumplió y, por el contrario, en diciembre ya cumpliremos veinticuatro años de una fructífera unión. Honestamente, no recuerdo -o trato de no hacerlo-, situaciones verdaderamente difíciles; tal vez, sólo algunas se presentaron, pero éstas no fueron ocasionadas por diferencias conyugales sino únicamente por razones económicas.
Misma situación vivieron mis hijas Valeria y Mercedes cuando cursaron su primer año como universitaria y en la escuela primaria, respectivamente, sin embargo, contrario a lo que me habían comentado, ambas se adaptaron inmediatamente a sus nuevo métodos de enseñanza. La primera ya terminó la universidad y la segunda empieza el quinto año de primaria. Ambas no dejan de sorprenderme pues el primer año les sirvió para la adaptación en sus nuevas aventuras educativas y a la fecha no me han decepcionado.
Dada mi experiencia, me di cuenta que no existía motivo para preocuparme de ese “primer año tenebroso”, que el éxito (por decirlo de alguna manera) tanto de mi matrimonio como del ingreso a clases de mis hijas se debió sencillamente a tres aspectos: CONFIANZA, COMUNICACIÓN y FE; principalmente esta última.
Caso contrario le espera a la gobernadora Evelyn Cesia Salgado Pineda, ella no puede echar mano de mis tres aspectos del éxito familiar porque no puede estar esperanzada en la “fe”, porque a diferencia de mis hijas, ella dirige los destinos de un estado en llamas.
Es por ello que al rendir su primer informe de gobierno, éste ha carecido de todo lo que prometió en su campaña política. Ya que los problemas que enfrentó al inicio de su gestión en temas tan diversos como inseguridad, salud, educación, inversión y procuración de justicia, marcaron la complejidad que la acompañaría al final de ese primer año de gobierno.
Y a pesar de que “La Torita” pueda ser una persona bien intencionada –como lo he sostenido en varias reuniones que he comentado al respecto-, el equipo que la acompañó al inicio de su mandato no le ha funcionado.
Los compromisos políticos contraídos en campaña con los diferentes grupos al interior de su partido y la inclusión de priistas –lo más grave- de negro historial en su gabinete le originaron su primera descalabrada social.
La falta de coordinación de algunas áreas y la disfuncionalidad de varias dependencias a cargo de funcionarios que no han podido responder a la confianza de la gobernadora, ya sea por deshonestidad, corrupción, o ignorancia, son las causales –si no las principales- más comunes que han originado el descontento de los habitantes de este hermoso, pero complejo estado de Guerrero.
Situaciones graves que aún tienen soluciones pues todavía le restan cinco años; sin embargo, esto no significa que tenga que dar resultados hasta la mitad de su sexenio. Y por ello tiene forzosamente que cambiar a gran parte de su gabinete; pero no solamente de adscripción sino deshacerse de ellos. Colocando en su lugar a gente completamente distinta y conocedora del área y –desde luego- con vasta experiencia; algo contrario a las prácticas con que llegaron sus colaboradores primarios.
Por lo expuesto líneas arriba, la Gobernadora debe hacer una depuración especial con los actuales titulares de Seguridad Publica, Salud y Educación; sólo por mencionar algunos, pues cuando menos a esos tres personajes les quedó grande el cargo a desempeñar, mostrando ignorancia y desconocimiento en la función a realizar.
La Seguridad en un hidrógrafo; la salud, en una catedrática que no sabe nada del campo de seguridad social, ni experiencia en Instituciones médicas y en la educación, un personaje que no soluciona los problemas en su área a pesar de haber sido rector, quien pone más empeño en sus aspiraciones políticas que en ayudar al gremio magisterial y estudiantil, ya que en los lugares que ha estado sólo complica las cosas, como lo hizo, cuando fue síndico municipal, dirigente municipal de su partido y actualmente Secretario de Educación Estatal.
Insisto: son tres aspectos que por lo regular han prevalecido en mi vida –como lo comenté al inicio de esta columna- y que como analogía hice referencia como crítica constructiva para el imberbe gobierno, la inquilina de casa guerrero necesita identificarse con sus gobernados y entablar una “comunicación” seria con su “nuevo gabinete” que tendrá que formar, ya no puede alegar aprendizaje del entorno sino ponerse a trabajar sin ocurrencias o por compromisos contraídos en campaña. Necesita recuperar la confianza perdida que prevalece ante sus gobernados; ya que para ser honestos, con la “fe” que tiene Evelyn…simplemente no creo que le alcance. ¡Hasta Luego!
ARMANDO…DUDAS
1.- ¿Por qué, a pesar del mal funcionamiento de la Fiscal General del Estado, la teniente sigue sintiéndose inamovible?
2.- ¿Será que ya amenazó al papá de la gobernadora con desempolvar la carpeta de investigación por los delitos de violación aún no resuelto en la fiscalía desde hace dos años?
3.- ¿Qué nombres se manejan para entrar de relevos al nuevo gabinete estatal?
4.- ¿Quién se empeña en causarle daño a la alcaldesa de Acapulco ante tanta critica en su contra?
5.- ¿Dónde se encuentran sus operadores políticos de la alcaldesa que no defienden y pregonan la buena disposición de cambiar los ductos de drenaje en la ciudad.