Para acortar las “url” hay servicios como los que ofrecen bitly, Ow.ly, Buffer o TinyURL, que modifican la “url” original y extensa en una versión acortada, pero dirigiendo al mismo destino. En ocasiones incluso se pueden personalizar estas acortaciones, lo que hace que sea más atractiva a nivel estético pero también más práctica.
Pero que sean más estéticas significa también que son menos informativas, como apuntan desde la Oficina de Seguridad del Internauta (OSI). Esto es porque oculta la página web de destino, lo que ha llevado a que los ciberdelincuentes se fijen en este método para compartir enlaces y engañar a los usuarios.
Aunque no todas las “url” acortadas son peligrosas, sí conviene contar con ayuda adicional para poder descubrir qué se esconde detrás de una reducción de caracteres en el enlace. OSI señala que se puede recurrir a la extensión Unshorten.link para Chrome (o Link Unshorten para Firefox) para conocer la dirección original.
Servicios “on line” de seguridad como VirusTotal y URLVoid cuentan con analizadores de “url” gratuitos, que ofrecen, además, información adicional sobre la página de destino.