Enfoque Informativo
Desde el principio de los tiempos, los seres humanos han optado por convivir con los animales, y así sigue siendo hoy en día.
Los tipos de mascotas más comunes son los perros, los gatos, los peces y los pájaros, por lo que el número de animales en un hogar ha aumentado significativamente. Este aumento puede atribuirse en gran parte a la pandemia global que comenzó en esa época y a los confinamientos en todo el mundo. Pudimos pasar más tiempo con nuestras mascotas gracias a la imposición del llamado teletrabajo. Pero no sólo ha aumentado el número de mascotas, sino que la fabricación aditiva también ha ganado popularidad últimamente. La impresión 3D se pone a disposición de los animales para desarrollar tratamientos y aplicaciones en la medicina veterinaria.
La impresión 3D ya ha mejorado industrias enteras en varios sectores, y lo mismo está ocurriendo con la medicina veterinaria. Teniendo en cuenta que se trata de una rama importante y creciente de la economía, es comprensible que se utilice la fabricación aditiva en este sector. Sólo en Estados Unidos, más de 120.000 veterinarios ejercen actualmente su profesión para ayudar a los animales con diversas afecciones y enfermedades. Sin embargo, no sólo los veterinarios utilizan la impresión 3D para velar por el bienestar de nuestros animales, sino que las empresas comerciales también están desarrollando nuevas aplicaciones. Pero, ¿cuáles son las posibilidades y limitaciones de la fabricación aditiva en este campo? ¿Cuáles son los procesos y las aplicaciones más típicas?
La fabricación aditiva en los centros veterinarios
Cuando llevamos a nuestras mascotas al veterinario, a menudo solemos encontrarnos con largos tiempos de espera y grandes costes para encontrar una solución a los problemas. La evolución de los materiales en el mercado de la fabricación aditiva están respondiendo a las distintas necesidades del sector veterinario. Estos materiales, junto con la utilización de la tecnología, permiten reducir costes y tiempos de espera así como ofrecer una mayor personalización. Además, los enfoques innovadores también pueden simplificar los pasos individuales por los que pasa una mascota cuando visita a un veterinario que utiliza la fabricación aditiva. En general, materiales como el PEEK, el PEKK, plásticos dentales como el nailon, el PLA y el PVA pueden ser usados con impresión 3D para muchas aplicaciones en este ámbito.
Aplicaciones de la impresión 3D veterinaria
Muchos de los métodos convencionales utilizados por los veterinarios son similares a los empleados en medicina humana. A pesar del ADN y otras características físicas, debemos recordar que algunas opciones de tratamiento simplemente no son posibles en animales.
El primer paso antes de operar o crear un dispositivo protésico, es la exploración. Algunos animales no caben en un escáner veterinario de tomografía computarizada (TC) estándar debido a sus condiciones. También pueden surgir problemas con respecto a la inmovilidad, por lo que los primeros retos ya se plantean en este momento. Aunque la sedación es una opción, también es muy costosa y requiere mucho tiempo. Con la tecnología 3D, no sólo es posible realizar la exploración rápidamente, sino que también puede alcanzar un alto grado de precisión. Al tratarse de un aparato portátil es más sencillo y cómodo de lo que ocurre con las máquinas de tomografía computarizada convencionales. Con animales peligrosos como un caimán o animales que viven en el agua, las tomografías computarizadas clásicas ya habrían fracasado.
Las empresas buscan ayudar a los animales
Aunque hay clínicas veterinarias que utilizan la fabricación aditiva, las empresas también han encontrado un gran potencial en este campo. La lista de empresas que utilizan AM en el sector veterinario es cada vez mayor. Encontramos por ejemplo a Think3DDD, PlayVet, CABIOMEDE, DiveDesign, o incluso las conocidas Formlabs y Artec3D. La principal diferencia que existe entre los veterinarios y las empresas al usar la impresión 3D es principalmente la formación académica. Las empresas fabrican y venden estos productos y por lo tanto han desarrollado un mercado para su servicio y el rendimiento del producto. Por el contrario, los veterinarios utilizan la tecnología para trabajar de forma más eficiente y mejorar su flujo de trabajo. Aún así, el objetivo de ambos es el mismo: mejorar o incluso salvar la vida de los animales.
La empresa berlinesa Think3DDD, fundada por Tino Jacobi, explica que se trata de una estrecha colaboración debido al alto grado de individualización. De hecho, comentan: “Cooperamos muy estrechamente con los veterinarios. Fabricamos órtesis y prótesis adecuadas con la información de los veterinarios, y también el veterinario acompaña el tratamiento”. Sin embargo, según Alexander Then, propietario de NordicVet3D, todavía hay un gran número de veterinarios que no hacen uso de la fabricación aditiva. “No veo otra razón que la económica para no utilizarlos”, explica. También detalla las ventajas de hacerlo: “Podemos comprobar si los tornillos y placas que queremos utilizar son los más adecuados en cada caso. Esto minimiza el riesgo de error o la necesidad de reintervención, que se asocia a una mayor mortalidad. También se ha demostrado que reduce el tiempo quirúrgico y, por tanto, el coste real del procedimiento”.