“Que todas las noches sean noches de boda, que todas las lunas sean lunas de miel” Joaquín Sabina. Hermosa sin duda la canción de Sabina, sin embargo, sabemos que noches de bodas puede haber varias, pero que todas las lunas de miel, terminan por terminar. 

Se dice en política que todo gobierno tiene su cenit y que el descenso es inevitable tarde que temprano, y que este descenso generalmente comienza a la mitad del periodo. A la actual administración le quedan exactamente 890 días, luego de haber pasado 1,241 en el poder, o sea el 41.7% del sexenio. ¿La luna de miel ya se terminó?

Todo nos dice que si. Al parecer el punto de inflexión fue el tema de la llamada “Casa Gris”, lo que según varias casas encuestadoras, provocó una fuerte caída en la popularidad del Presidente de entre 8 y 12 puntos de aceptación, quedando sus niveles de credibilidad por los suelos (Alejo Sánchez Cano. Marzo 18, ´22 en El Financiero).

Se suman a esto muchos otros escándalos teniendo como protagonistas a muy altos funcionarios cercanos al Presidente, independientemente de una serie de fatídicos eventos como el asesinato de periodistas, las masacres que no paran, y los índices de violencia, feminicidios y de asesinatos dolosos que desafortunadamente continúan en aumento.

Considero también que la muy intensa campaña para la Revocación de mandato, realizada no por la ciudadanía como correspondía, no ayudó. He leído y escuchado en diferentes medios, incluyendo a “las Benditas Redes Sociales”, que hubo molestia por la intensidad de la campaña, llamadas telefónicas, espectaculares por todos lados, los promoventes de la misma en su gran mayoría del propio partido MORENA, funcionarios de gobierno y personas que al promover llegaban solicitando las credenciales del INE contando con muchos testimonios de que los apoyos de programas sociales, se los estaban “condicionando” a la gente para su participación con la mentirosa amenaza: “para que no pierdan los apoyos”. Mi percepción particular, es que a la gente no le gustó esa presión tanto personal como mediática. Preguntaban ¿Por qué tanto interés en promoverla ellos mismos? ¿Por qué insisten en que votemos por “Que siga”? Esa pregunta ni la entendemos, me han dicho obreros, campesinos y empleados de bajo ingreso, los que generalmente están menos informados, pero que, sin embargo, se denota claramente una determinada susceptibilidad y perspicacia al respecto.

Incidió también el mal manejo de la diatriba con el Parlamento Europeo, en el que a mi parecer nuestra diplomacia se vió mal, así como la franca pelea legal que se ha dado entre el Ex Consejero Jurídico de la presidencia, Julio Scherer y el Fiscal Alejandro Gertz Manero.

Luego en muy corto tiempo, dos serios golpes. Los magros resultados de la Revocación de Mandato con apenas el 18% de participación, 76 millones de personas no votaron o desairaron la consulta, y la Ley de la Industria Eléctrica que terminó siendo desechada, sumándole aquello que luego MORENA ha manejado como el plan “B”, como su verdadero objetivo en cuanto a la “Nacionalización” del Litio, que ya de por si estaba nacionalizado desde la Constitución en 1917, y que solo los acérrimos simpatizantes de este partido han celebrado. También. No podemos dejar de lado la absurda campaña de mostrar a los diputados que votaron en contra de la LIE como Traidores a la Patria.

Hacia atrás, sigo pensando que la cancelación del NAIM fue un grave error, que, si estaba lleno de corrupción, era una magnífica oportunidad para erradicarla de ahí y que México perdió el contar con un super aeropuerto, no era el cancelarlo, era el “como si” hacerlo y no perder a más de 70 millones de usuarios y de ser el HUB de América, lo que hoy Panamá agradece.

El caso es que “no huele bien” el estado de las cosas en México y que hay demasiada preocupación por su futuro. Es vital que el Presidente y MORENA entiendan que las derrotas políticas tienen que procesarse en códigos democráticos, esto es, aceptar las diferencias, que no son dueños de la verdad y aceptar desde luego que no son los únicos representantes de la patria. Cuando se argumenta traidores a la patria, lo primero que me viene a la memoria es que ese tipo de argumentos fueron utilizados en el pasado por gobiernos fascistas con la construcción de una narrativa de odio y violencia, que en ningún caso será buena para México

¿Cuál será el estado de las cosas para ese entonces? ¿La polarización seguirá en aumento? ¿Cómo estarán las posiciones de los que hoy ya han levantado la mano para sucederlo? ¿Cómo llegará la oposición, si es que la hay realmente? ¿Cómo y donde se encontrarán los que han comenzado a desmarcarse? ¿Seguirá creciendo la moda del independiente Movimiento Ciudadano y podrá dar una sorpresa? Son preguntas muy puntuales hoy en día, cuyas respuestas están en el aire y en la elucubración. Como dice otro dicho político: “la política es coyuntural”, ¿Cómo se definirán entonces las coyunturas en las que ya estamos y las que están por venir?

Coincido con el Presidente, en que estamos viviendo momentos históricos muy interesantes, lo que pienso es que los momentos no son agradables, que hay mucha gente confundida y temerosa de su futuro, que la gente está cansada de tanto protagonismo de la política, que a la gente lo que realmente le interesa es vivir bien y estar en paz, que no necesita de tanta polarización que la propia política y sus representantes en los partidos han venido creando.

Si, al parecer esta luna de miel ha terminado. Ojalá que termine bien, seguro no será con la belleza de quienes ven un país creciendo y mejorando porque los resultados claramente dicen que no es verdad, ni tampoco será con los nefastos augurios de quienes aseguran que México terminará destrozado. Ya lo veremos.

Ya que comencé con letra de una canción de Sabina, termino con el título de otra hermosa canción, en este caso de nuestro Marco Antonio Solis: “¿A dónde vamos a parar…?

Les abrazo.