Enfoque Informativo

Justo a la orilla del estuario del Loira en las afueras de Nantes, Francia, el esqueleto de una serpiente gigante se eleva desde el agua.

Terminada en 2012, Serpent d’océan es una impresionante escultura de 130 metros del artista contemporáneo franco-chino Huang Yong Ping y forma parte de la colección pública de arte Estuaire que se puede disfrutar a lo largo de los 60 kilómetros del estuario.

El esqueleto de aluminio de la serpiente queda periódicamente cubierto y descubierto por las mareas, revelando sus restos “arqueológicos” con la bajamar. La curvilínea espina dorsal de la serpiente se asemeja a la forma del cercano puente Saint-Nazaire, armonizando la criatura con su entorno.

Huang Yong Ping fue una prominente figura del movimiento vanguardista chino de los 80, y muchas de sus obras fueron prohibidas por el gobierno de ese país. En 1989, se mudó a Francia y se ha convertido en ciudadano francés nacionalizado. Normalmente su trabajo se enfoca hacia la identidad y la mezcla de diferentes culturas, no es sorprendente ver al artista mostrando a Europa animales relacionados con la mitología china.

Asombrosamente, a pesar de su tamaño y robustez, Serpent d’océean está llena de movimiento. Su esqueleto termina en una delgada cola similar a un látigo que corta con gracia el agua, pareciendo impulsar el cuerpo de la serpiente hacia la costa.

La instalación se revela continuamente de diferentes formas dependiendo de la hora del día, debido a las cambiantes mareas y al reflejo de la luz. Y, curiosamente, con el tiempo, a medida que las algas comienzan a aferrarse a su superficie, la obra adquiere más significado al mostrar el ciclo de la vida y la naturaleza.

En 2016, Yong Ping amplió este tema creando una serpiente aún más grande, de 240 metros, para su aclamada exposición Empires. La exhibición fue parte de la serie Monumenta en el Grand Palais de París, que comenzó en 2007 con Anselm Kiefer.

La del artista chino fue la última de las exhibiciones de Monumenta y en este caso, su serpiente fue acompañada por 305 contenedores de transporte como forma de reflexión sobre el comercio mundial.

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