Por: Juan José Romero

Denunciaron integrantes del Frente por el Rescate del Campo Mexicano que muchos productores fueron expulsados del programa de fertilizante que maneja la federación.

Debido a los altos costos que representa sembrar la tierra, muchos campesinos que fueron excluidos sin motivo alguno del programa de fertilizante, no sembrarán maíz en este año, lo cual repercutirá en el incremento del precio de la tortilla, alertaron los dirigentes en Guerrero del Frente por el Rescate del Campo Mexicano en el que están integrados productores de 22 estados del país.

El coordinador de esa organización en la región de la Costa Chica, Narciso Cruz Mora, dio a conocer que tan sólo en esa región, no sembrarán sus tierras los dueños del 85 por ciento de las parcelas por el alto costo que representa la compra de abono, de semilla mejorada certificada y el pago de peones entre otros gastos.

Otro factor para dejar de sembrar maíz en el estado, es el bajo precio del grano impuesto por el mercado mundial de alimentos, y por la pésima negociación que hizo el gobierno federal en 2019 con el Tratado de Libre Comercio de Norteamérica con Estados Unidos y Canadá que metió a los productores mexicanos en una severa competencia desleal porque a diferencia del gobierno mexicano, el gobierno estadounidense sí apoyo con financiamiento a los productores del campo.

En conferencia de prensa señalo que las bodegas de estados altamente productores de maíz, hay miles de toneladas no comercializadas por el bajo costo que tiene ese grano en el mercado, que de ser comercializado los productores no recuperarían siquiera los costos de producción, dijo Rodrigo Cortés Vivar representante en Guerrero del Frente por el Rescate del Campo Mexicano.

A su vez Antonio Simbrón del Pilar coordinador del Frente en la zona Norte, denunció que muchos agricultores de esa zona fueron inexplicablemente excluidos del padrón del programa de fertilizante gratuito desde el 2021.

Refirió que en 2022 volvieron a quedar sin abono no obstante de que volvieron a presentar documentos, y lo mismo hicieron en este año y siguen fuera de ese beneficio.

Contradictoriamente, indicó, en otras partes del estado el abono sigue llegando a personas que no siembran y que lo venden a casas comerciales o a otros productores.

Actualmente la tonelada de maíz tiene un costo de entre 6 mil 700 y 6 mil 800 pesos que es el precio que ofrecen los acaparadores, quienes lo comercializan en 7 mil 800 y 8 mil pesos la tonelada, dijo Narciso Cruz Mora.

En tanto que Rodrigo Cortés, indicó que en este año el gobierno federal destinó alrededor de 3 mil millones de pesos para el programa de fertilizante, de los cuales el 3 por ciento es para gastos de operación: “la pregunta es dónde está ese dinero porque no hay asistencia técnica y el abono sólo llega a los centros de acopio”, expuso.

Recordó que el programa de fertilizante en manos del gobierno federal tuvo muchas irregularidades en la integración del padrón de beneficiarios así como en la entrega de semilla de maíz certificada con gorgojo que fue motivo de un escándalo nacional, refirió.

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