Enfoque Informativo

Los dichos populares siempre nos dicen que en el Día de San Juan, que se celebra cada 24 de junio, carguemos con el paragüas porque suele llover. Más allá de los dichos, la conmemoración tiene un significado especial.

Este día debe su nombre al nacimiento de San Juan Bautista quien nació seis meses antes que Jesús y es el único santo al que se le celebra en su fecha exacta de nacimiento, según la religión católica.

La celebración es popular en España, sobre todo en las ciudades de Valencia, Barcelona y Mallorca. Las reuniones para su conmemoración inician la noche del 23 y se extienden todo el 24 de junio.

En realidad se originó como una fiesta pagana para conmemorar el solsticio de verano, pero después coincidió con el nacimiento de este santo, por lo que se unieron las dos celebraciones.

La popularidad de la celebración la hizo más común entre los jóvenes, quienes hacen diversos rituales, como saltar frente a una hoguera para que los deseos se cumplan o bañarse la cara y el cuerpo para conservar la belleza.

La festividad se originó en Europa, pero con la llegada de los españoles a América se vinculó con los dioses prehispánicos de nuestro país. En particular con Tláloc, dios de la lluvia.

De acuerdo con la Secretaría de Cultura, esta fecha coincide con el término de la primavera, la entrada del solsticio de verano y la llegada de las lluvias, por lo que es común que se presenten chubascos.

Su festejo se realiza en por lo menos 130 comunidades en México, sobre todo en aquellas que llevan su nombre, como San Juan de los Lagos, San Juan Bautista Atlatahuca, San Juan de Ulúa o San Juan Chamula.

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