Chilpancingo debe encender sus alarmas en materia de seguridad.

A estas alturas no solo es Acapulco el lugar donde las bandas hacen de las suyas.

El pasado viernes atacaron a un hombre, supuestamente el esposo de la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Guerrero, Cecilia Narciso Gaytán.

Que ataquen en plena vía pública es grave.

Como graves son las desapariciones y asesinatos de jovencitas en el país y en ciertas zonas de Guerrero.

El jueves falleció una joven trabajadora del ayuntamiento de Chilpancingo y el viernes sus compañeros velaron el cuerpo.

Ella se llamaba Adeline Cruz Nava; alguien se la llevó y golpeó cruelmente.

Gravemente herida fue encontrada en la carretera hacia Iguala, a la altura de Xalitla.

Ella estuvo algunos días en estado de coma.

Nadie sabe quién o quiénes la asesinaron, por lo que será la Fiscalía la encargada de encontrar a los culpables.

El otro caso es el de Aylin Gutiérrez, una joven que salió a comprar al Neto de la colonia Tomatal, a la una de la tarde y ya no regresó, causando desesperación y angustia en la familia, quienes de inmediato iniciaron la búsqueda.

Ella fue encontrada en la ciudad de Cuernavaca.

También está golpeada, de acuerdo a información que circulara en redes sociales.

Ya está en su hogar, para consuelo de sus familiares y amigos.

Igual al caso de la joven Debanhi, quien lamentablemente apareció muerta, y mantiene la atención del país entero acerca de la crisis de asesinatos y desaparición de mujeres, el caso de estas dos jóvenes en Chilpancingo genera preocupación en la sociedad.

Los datos, para desgracia de muchas familias, siguen fluyendo y las fichas de búsqueda también.

Y cada día se encuentran nuevas tumbas con restos de personas perdidas, cuyos familiares repiten la misma frase después de perder la esperanza de encontrarlas con vida: “encontrarla sin importar cómo.”

De acuerdo con datos de Reforma (24/03/2022), mientras se buscaba a Debanhi, se reportaron 80  mujeres desaparecidas en México.

Esto sucedió en 19 estados del país y es Morelos, el estado que concentra el mayor número de casos, con 14. El estado de México 10 y Jalisco y la ciudad de México, 9 cada uno.

Sinaloa reporta 8, y Nuevo León 7.

Estos datos el medio nacional los recoge del Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas.

Campeche, Durango, Quintana Roo y Guerrero reportan 3 desaparecidas.

Dos en Coahuila e Hidalgo, y una en Chihuahua, Oaxaca, Puebla, San Luis Potosí, Tabasco, Tlaxcala, y Zacatecas.

De este número reportado, más de la mitad son de edades de 10 a 19 años.

Habría que checar qué tanta relación tienen estas desapariciones con los cárteles que actúan en esos estados y el nivel de violencia que muestran hacia la población, así como la actuación de los gobernadores y las Fiscalías de Justicia.

No parece casualidad que la supuesta buena relación que el futbolista y gobernador Cuauhtémoc Blanco mantiene con las cabezas de esas organizaciones criminales, como han difundido los medios nacionales, ya le hizo crisis con la inseguridad pública y la desaparición de mujeres.

Esto tiene que ver con la impunidad y con dejar hacer su voluntad a los cárteles en las regiones y en los estados.

Eso ha dado como resultado la crisis de inseguridad en el país y la desaparición de mujeres en México, a grado tal que la ONU ya pone atención a lo que aquí pasa.

Esperemos que la muerte de Adeline Cruz Nava y el secuestro y ataque a Aylin Gutiérrez, no queden impunes, y se pueda regresar a las mujeres esa tranquilidad de que puedan salir de casa y regresar sin correr riesgo de ser levantadas.