Abel San Román Ortiz

De carácter popular y didáctico el refrán, con lecturas que son reflexiones. “A mal tiempo, buena cara”, contra el desánimo en las circunstancias adversas. En regiones terrestres, seres humanos padecen el cambio climático global con daños a la salud, y mayor privación económica y alimenticia, y de la vida por causa destructiva de intensas lluvias pluviales con inundaciones, nevadas congelantes, en tiempo que se sufre el terrible mal pandémico que causa contagios y muertes.

¡Ay, refranes!, muy acertados en pocas palabras.: “A río revuelto, ganancia de pescadores”, ya no del ser que pesca especies marinas, sí por revueltas y desórdenes que suelen ser de utilidad para quienes saben aprovecharlas, en lo político, sindical, y social. Refranes con moraleja, enseñanza, en cuento o fábula. “Unos nacen con estrella, y otros nacen estrellados”, sobre la distinta suerte que tienen las personas o familias. Seres humanos en una existencia de contrastes: unos con salud, bienestar o dinero; otros, la mayoría de seres, con mala suerte por carecer de seguridad social, económica y alimenticia. Un mundo de afortunados y desafortunados. Citemos de San Jerónimo, padre de la iglesia latina: “Dios ayuda a los pobres porque los ricos se ayudan solos”. Solos y abandonados a su desdichada suerte, seres en condición paupérrima, muy pobres, imploran la ayuda de Dios, cuando en regiones terrestres padecen pobreza o miseria.

Los refranes son las leyes del pueblo: “Del árbol caído todos hacen leña”. Del árbol que es vida, sacan provecho los que lo talan: más la frase del refrán alude el desprecio a quienes corren con mala suerte, y otros procuran sacar provecho de su desgracia. Otro refrán: “Ven la paja en el ojo ajeno y nunca la viga en el propio”, contra los que reparan en los defectos ajenos y no en los propios, aunque defectos o errores sean mayores.

El refrán con aciertos: “En tierra de ciegos, el tuerto es rey”, expresa que por poco que uno valga en cualquier aspecto sobresale entre los que saben menos. Con el refrán: “A quien madruga, Dios le ayuda”, contra la pereza, falta de ganas de trabajar. ¿Cuántos flojos somos? Y el refrán: “Al gallo que canta, le aprietan la garganta”, contra los indiscretos y los que no saben guardar un secreto. “Amor con amor se paga”, recomienda corresponder en la misma medida con que uno es favorecido o tratado. Suele usarse irónicamente. Y con voz interjectiva “uf!, que expresa cansancio, hacemos una pausa.

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