Hay dos enfoques y varias recomendaciones útiles
El cáncer sigue siendo una de las mayores preocupaciones en materia de salud pública en el mundo. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), esta enfermedad estuvo dentro de las principales causas de muertes en 2020, provocando casi 10 millones de fallecimientos.
La OMS indica que los cánceres más mortales en ese año fueron el pulmonar (1,8 millones de muertes), colorrectal (935.000), hepático (830.000), gástrico (769.000) y el de mama (685.000 fallecimientos).
En términos de casos, dice la OMS, los más frecuentes en 2020 fueron el de mama (2,26 millones de casos), pulmonar (2,21 millones), colorrectal (1,93 millones), de próstata (1,41 millones), de piel (1,20 millones) y gástrico (1,09 millones).
Y no solo prevalece, sino que el cáncer se volvió un problema aún más complejo con la llegada de la pandemia, pues esta ha influido en los retrasos de la detección temprana y de algunos tratamientos.
Debido a estos factores, siempre es importante hablar de prevención y, en este sentido, de recomendaciones para toda la gente.
Dos tipos de prevención del cáncer
De forma general, podemos hacer diversas cosas para prevenir el cáncer. La Sociedad Americana de Lucha contra el Cáncer tiene varias recomendaciones en materia de prevención, las cuales están basadas en estudios científicos. Entre ellas, podemos encontrar:
- Hacer ejercicio, si es posible, cinco horas a la semana
- Comer muchos vegetales y frutas frescas, al menos dos y media tazas al día
- Elegir granos integrales en lugar de los refinados
- Reducir el consumo de alimentos procesados, carnes rojas y bebidas azucaradas
- Tratar de no beber nada de alcohol
Sin embargo, para ser más específicos, podemos hablar de que hay dos tipos de prevención del cáncer, explicó el Dr. Elmer Huerta, oncólogo, experto en salud pública y colaborador de CNN. A uno de estos se le llama “prevención primaria” y al otro “prevención secundaria o detección precoz”, comentó.
Prevención primaria: qué es y qué cánceres abarca
El Dr. Huerta comentó que este tipo de prevención se basa en evitar todo aquello que causa el cáncer. “Consiste en que, conocida la causa del cáncer, conocido el elemento que causa el cáncer, pues hay que eliminarlo de la vida para que no te cause” la enfermedad, dijo. El oncólogo y colaborador de CNN indicó que el ejemplo más claro de este tipo de prevención es el consumo de tabaco o cigarrillos.
“(Es) conocido que el tabaco, el cigarrillo, puede causar múltiples tipos de cáncer, pues entonces hay que o no fumar cigarrillos o dejar de fumar cigarrillos si uno lo está haciendo. A eso se llama prevención primaria. Ahí entran el cáncer de la boca, de la garganta, de la lengua, del esófago, del estómago, del colon, del cuello del útero, de la vejiga, de los riñones, del páncreas, de los pulmones. Todos estos cánceres están asociados al consumo del tabaco”, detalló.
Otro ejemplo que dio el Dr. Huerta es el de la luz del sol y los rayos ultravioleta, que se ha demostrado que causan cáncer de piel.
“Si yo sé que los rayos ultravioleta me van a causar cáncer de la piel, entonces yo evito estar en horas de mayor intensidad de radiación solar, que son más o menos desde las 10 de la mañana hasta las 3 de la tarde en una directa exposición al sol”, explicó, y agregó que las sombrillas, las camisas de manga larga y el bloqueador solar también son de gran ayuda.
Dos ejemplos más tienen que ver con el cáncer del cuello del útero y con el cáncer de hígado, los cuales se vinculan con la prevención primaria gracias a las vacunas.
“Existe una vacuna contra los virus papiloma humano, que es una vacuna que se puede poner en niñas y en niños a partir de los 9 años de edad y que lo que va a hacer es evitar la aparición del cáncer del cuello del útero en el futuro, además de cáncer de pene en el niño, cáncer de ano en hombres y mujeres, y cáncer de boca y garganta en hombres y mujeres”, dijo el Dr. Huerta.
Asimismo, “se considera que 80% de los casos de cáncer de hígado están relacionados a la infección crónica por la hepatitis B. Entonces, si uno vacuna a los niños recién nacidos con la vacuna contra la hepatitis B, voy a prevenir este tipo de cáncer en el futuro”.
Alimentación saludable, una forma indirecta de prevención primaria
El Dr. Huerta hizo algunas anotaciones en lo referente a disminuir el consumo de alimentos procesados, carnes rojas y bebidas azucaradas.
Señaló que, en efecto, reducir el consumo de estos alimentos forma parte de la prevención primaria, pero de forma indirecta, ya que no causan cáncer por sí mismos, sino que están asociados a la enfermedad.
“Se considera que un estilo de vida saludable, en el que uno coma saludablemente en porciones pequeñas, alimentos naturales que estén cocinados diariamente, evitando la comida chatarra, la comida basura, procesados, ultraprocesados, me va a llevar también a la prevención indirecta del cáncer. ¿Por qué? Porque comiendo saludablemente voy a evitar la obesidad, y la obesidad me va a llevar a los cánceres del colon, del hígado, del páncreas, de mama y de próstata”, explicó el experto colaborador de CNN.
Específicamente en el caso de las carnes rojas, el Dr. Huerta recomendó su consumo una vez a la semana.
Prevención secundaria: qué es y qué cánceres se pueden incluir aquí
El Dr. Huerta comentó que el segundo tipo se llama prevención secundaria o detección precoz, y tiene que ver con aquellos cánceres que tienen pruebas para detectarlos cuando apenas están comenzando. Esta prevención abarca “un puñado de cánceres, no son muchos”, añadió.
“La diferencia con la prevención primaria es que en esta yo estoy evitando entrar en contacto con la sustancia o la causa del cáncer para que no se produzca, mientras que en la prevención secundaria ya empezó el cáncer, ya se produjo, ya el cáncer está creciendo, pero crece de una forma tan lenta que, habiendo pruebas, lo voy a encontrar para evitar que se agrave”, explicó el oncólogo y experto en salud pública.
El puñado de cánceres al que refiere el Dr. Huerta se dividen en cinco ejemplos:
- Cáncer del cuello del útero. Se encuentra temprano haciendo una prueba que se llama el papanicolaou o citología, o una prueba de detección de los virus de alto riesgo del papiloma. El papanicolaou se debe hacer una vez al año desde los 21 hasta los 65 años.
- Cáncer de mama. En este caso, la prueba es la mamografía, que se hace después de los 40 años, una vez al año, hasta los 75 años. “Lo que hace es detectar el cáncer que ya está creciendo, pero lo encuentra, como decimos en los oncólogos, del tamaño de un granito de azúcar, pequeño, a tiempo para operarlo y curarlo”, indicó el Dr. Huerta.
- Cáncer del colon o intestino grueso. Tiene método de detección un examen que se llama sangre oculta o sangre invisible en el excremento. “Esa prueba se hace en hombres y mujeres a partir de los 50 años. Y si esa prueba sale positiva, se puede hacer un examen que se llama colonoscopía, que debe hacerse cada 5 o 10 años desde los 50 años en hombres y mujeres”, dijo el colaborador de CNN.
- Cáncer del pulmón. Se hace un examen llamado tomografía axial computarizada de baja intensidad y se debe hacer cada cinco años. Sin embargo, no es para todos, mencionó el Dr. Huerta, sino para “fumadores que hayan consumido un paquete de cigarrillos diario por 30 años o dos paquetes de cigarrillos diario por 15 años. Es decir, fumadores fuertes”.
- Cáncer de próstata. “Se puede encontrar temprano haciendo un examen rectal digital o un examen de sangre (…) que se llama PSA o antígeno prostático específico, que debe hacerse anualmente en hombres mayores de 50 años”, comentó.
El experto en salud pública hizo énfasis en que en todos estos cánceres el paciente no tiene ninguna señal de alerta, lo que evidencia la importancia de la detección temprana. “Es tan pequeño el cáncer que no llega síntomas”, dijo.
La OMS señala, sin embargo, que “la detección del cáncer en fase avanzada y la falta de acceso a medios de diagnóstico es algo común, particularmente en los países de ingresos bajos y medianos”, lo que abre una brecha amplia en cuanto a salud integral y que además destapa otro tema sumamente complejo.
Pese a ello, el Dr. Huerta destacó que el mensaje y el consejo práctico que debe quedar claro es que, de tener acceso, “hay que ir al médico antes de sentir síntomas”.