Busque usted el significado de la palabra epistemófobo y encontrará que en casi todos los diccionarios aparece enseguida el nombre de Andrés Manuel López Obrador.

Y tal es lógico. Porque la epistemofobia es el padecimiento de quienes temen adquirir conocimientos que contradigan sus propias ideas y que, además, mantienen una actitud evasiva ante los procesos de aprendizaje.

En dos palabras, un epistemófobo es, al mismo tiempo, un terco y un ignorante que no quiere aprender nada nuevo.

AMLO, en efecto, tiene ideas preconcebidas. Y nada ni nadie lo mueve de ellas. Aunque le digan que está equivocado, él se sostiene con una testarudez que sería digna de mejores causas.

Por ejemplo, él aún cree que la Rusia actual es la URSS del Soviet Supremo, cuando la realidad nos enseña que lamentablemente es una especie de mafiocracia donde los grandes delincuentes están a cargo no sólo de la política sino hasta de los medios de producción de esa gran nación.

A López Obrador nadie lo podría convencer –y creo que ante su terquedad nadie lo intentaría– de que la llamada revolución cubana resultó fallida. Y que se transformó en una feroz y represora dictadura que usa como argucia el embargo comercial estadounidense para mantener en la miseria, la enfermedad y el hambre a los isleños.

Es difícil decirlo y mucho más aceptarlo, pero México tiene a un Presidente de la República sumamente ignorante. Y terco, además. Todo un epistemófobo, pues.

Y ha sido con esa ignorancia y con esa necedad que en los últimos días ha defendido su estúpida decisión de contratar a 500 “médicos” cubanos, llegando incluso al insulto y a la calumnia en contra de la UNAM, donde supuestamente –y subrayo supuestamente— cursó una licenciatura… que no´más no se le nota ni en el modito de hablar.

Amén de la terquedad y de la ignorancia es bien sabido que a López Obrador lo mueven una muy buena cantidad de rencores sociales. Contra los que llama fifís, conservadores, aspiracionistas, et al. Otro de ellos es en contra la Universidad Nacional a la que ha tomado como su punching bag ya en varias ocasiones.

La de ahora, en defensa de su “ideota” de contratar a 500 cubanos que supuestamente son médicos, lo ha llevado a decir barbaridades no sólo en contra de los galenos, incluso contra la que presume que es su Alma Mater… que no’más no se le nota no en el modito de hablar.

Las máximas autoridades de la UNAM y de la Facultad de Medicina ya le dieron respuesta. Le dijeron que fueron sus propios colaboradores en lo que queda de la Secretaría de Salud quienes mandaron a su casa a los estudiantes de pregrado. Pero que quienes sí siguieron en el frente de batalla contra el Covid fueron los que prestaban su servicio social.

Y por si lo anterior fuera poco le enlistaron en dos cuartillas toooodas las acciones que los universitarios implementaron ante la emergencia sanitaria.

Ninguna de ellas, por cierto, fue con un “detente” religioso. Y sí con muy pocos recursos aportados por un gobierno miserable, dizque austero, como el que encabeza el tabasqueño.

En esa mediocridad sí se le nota que ni siquiera a ver un partido de los Pumas fue a la Universidad.

Ignorante. Terco. Epistemófobo.

Indicios

La lectora Bibi Villavicencio pregunta al señor López Obrador a través de este medio: “¿Y por qué cubanos? ¿Por qué no daneses, si usted prometió que tendríamos un sistema de salud idéntico al de Dinamarca?” Buena pregunta, Bibi. Buena pregunta. * * * Nunca faltan los buitres que se dejan caer sobre quien creen que ya está políticamente muerto. Es el caso del rector de la Máxima Casa de Estudios, Enrique Graue Wiechers. ¿Hasta allá llegará la mano larga de la 4T? ¿Hasta quebrantar la autonomía universitaria? * * * ¿Estarán dando resultado las bravatas del Presidente de México hacia el gobierno de Estados Unidos? Y es que en las últimas horas, Joe Biden restableció los vuelos desde el territorio gringo hacia Cuba y. además, eliminó limites a las remesas de dólares que los cubanos residentes en EU envían a sus familiares en la isla. Eso por un lado. Porque, además, en cuanto a Venezuela, Washington aliviará algunas sanciones económicas para alentar la reanudación de las negociaciones entre la oposición y el gobierno del Presidente Nicolás Maduro. Repito: ¿estarán dando resultado las bravatas del Presidente de México hacia el gobierno de Estados Unidos? * * * Y por hoy es todo. Le agradezco haya leído este Índice Político y le deseo, como siempre, que tenga ¡buenas gracias y muchos, muchos días!