Enfoque Informativo

Un “porcentaje importante de esos mensajes” no podían verificarse; acusó de una “intensa campaña” para desacreditarlo.

El GIEI dijo que tras realizar un peritaje no era posible garantizar la autenticidad de esos mensajes. Días antes, el propio Encinas había admitido en una entrevista que un “porcentaje importante de esos mensajes” no podía verificarse.

Alejandro Encinas, subsecretario de Derechos Humanos y cabeza de la Comisión para la Verdad Ayotzinapa (COVAJ) defendió este domingo su indagatoria sobre el caso de la desaparición de 43 estudiantes normalistas en Iguala, Guerrero, en 2014 y acusó una “intensa campaña” para desacreditarlo.

“En las últimas semanas se ha registrado una intensa campaña que pretende desacreditar el trabajo y las investigaciones que hemos realizado (…). Era totalmente predecible, estamos sacudiendo las viejas estructuras del poder”, dijo en un video publicado en redes sociales Alejandro Encinas, subsecretario de Derechos Humanos y cabeza de la Comisión para la Verdad Ayotzinapa (COVAJ).

“Quienes le apuestan a la impunidad jamás se imaginaron que íbamos a tomar acciones y decisiones puntuales para resolver este asunto”, añadió Encinas sin mencionar quiénes estarían detrás de esa presunta campaña de desprestigio.

La declaración de Encinas viene después de que el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), una instancia creada en 2015 por acuerdo entre el gobierno y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos para esclarecer el caso, señalara varias inconsistencias en su indagatoria.

En particular, el GIEI cuestionó mensajes de WhatsApp que la comisión gubernamental presentó en agosto como prueba de la supuesta colusión entre criminales y autoridades en la desaparición de los alumnos de Ayotzinapa (estado de Guerrero, sur) entre el 26 y 27 de septiembre de 2014.

El GIEI dijo que tras realizar un peritaje no era posible garantizar la autenticidad de esos mensajes. Días antes, el propio Encinas había admitido en una entrevista con The New York Times que un “porcentaje importante de esos mensajes” no podía verificarse.

El reporte de la COVAJ concluyó que, por sus acciones u omisiones, militares mexicanos tenían responsabilidad en la desaparición y muerte de los jóvenes a manos del cartel Guerreros Unidos.

Esa responsabilidad no fue incluida en la llamada “verdad histórica” planteada por el gobierno de Enrique Peña Nieto (2012-2018), que determinó que los alumnos fueron detenidos y entregados por policías locales a los narcotraficantes al ser confundidos con miembros de una banda enemiga.

Encinas añadió este domingo que la comisión a su cargo mantiene su relación con el GIEI, aunque reconoció que hay “algunas diferencias”.

“Estamos construyendo una ruta de trabajo conjunta y nuevas líneas de investigación”, dijo.

Los estudiantes desaparecieron cuando intentaban apoderarse de autobuses en Iguala, Guerrero, para viajar a Ciudad de México y participar en unas manifestaciones.

Fueron detenidos por policías coludidos con narcotraficantes del cartel Guerreros Unidos, que los habrían asesinado al confundirlos con miembros de una banda rival, según la versión oficial de la época. Hasta ahora solo han sido identificados los restos de tres víctimas.

Los integrantes del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) dieron a conocer inconsistencias en los presuntos mensajes de WhatsApp entre integrantes del grupo criminal Guerreros Unidos que revelaban nueva información sobre la desaparición y destino de los 43 normalistas de Ayotzinapa.

Al dar a conocer los resultados de los peritajes a estos mensajes de texto, los especialistas revelaron que no es posible garantizar la autenticidad de estos mensajes, por lo que no existe confiabilidad en las imágenes y no pueden considerarse una prueba digital en las judicializaciones del caso.

El GIEI debe apartarse otra vez del caso Ayotzinapa Cónclave en Iguala no fue para tramar la verdad histórica Los presentado por el GIEI se da tras pedir una prórroga para extender su participación en la investigación y analizar las capturas de pantalla presentadas por la comisión, a las cuales tuvieron acceso el 23 de septiembre pasado, apenas seis días antes de su último informe ante medios de comunicación.

En un mensaje a medios, Francisco Cox Vial, informó que cuando ocurrió la noche de Iguala en 2014, la versión original de WhatsApp no se utilizaba el icono de videollamada como sí se observa en las capturas de pantalla de los supuestos mensajes entre sicarios. Asimismo se hallaron diferencias en la forma de escritura; “algo inusual en la aplicación”, enfatizó Cox.

Una tercera inconsistencia corresponde a la paloma en color azul, “doble check”, que permite en dicha aplicación saber si los mensajes fueron recibidos y leídos. Cox subrayó que esto no es “coherente” ya que esta función fue incorporada en WhatsApp el 20 de noviembre de 2014, es decir, dos meses después de la desaparición de los 43 normalistas, la noche del 26 y madrugada del 27 de septiembre de 2014.

La cuarta inconsistencia dada a conocer, tras el peritaje encargado por el GIEI, revela que “varios” mensajes que fueron enviados en fechas posteriores a la generación de la captura de pantalla. El peritaje encargado por el GIEI también reveló que no es posible verificar la fecha de creación original del mensaje, mediante la herramienta Exiftool ni tampoco es posible identificar el tipo de celular en el que se encuentra configurada la cuenta de WhatsApp de la cual se realizó la copia tipo captura de pantalla objeto del análisis forense solicitado.