Por Juan José Romero

No se sabe el grado de devastación que ocasionó en la agricultura y en las comunidades dedicadas a la pesca

A más de 40 días del paso de Otis por Acapulco y gracias a la presión ejercida por las organizaciones sociales y campesinas, iniciará el censo agropecuario en la zona rural de los municipios de Acapulco y Coyuca de Benítez.

El objetivo es para saber con certeza los daños que ocasionó el fenómeno hidrometeorológico en sembradíos, cultivos, huertas y embarcaciones pesqueras en ambos lugares, informó el dirigente de la Liga de Comunidades Agrarias y Sindicatos Campesinos, Evencio Romero Sotelo.

El también ex diputado local lamentó que todavía no se sabe el grado de devastación que ocasionó en la agricultura y en las comunidades dedicadas a la pesca.

Por ello acusó que en todo este tiempo, el titular de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) del gobierno federal, Víctor Villalobos Arámbula, ni siquiera se ha parado en Guerrero para evaluar los daños o para llevarles una despensa o un rastrillo a los miles de campesinos que perdieron sus sembradíos de maíz y huertas de limón, mango, coco, papaya, nanche, entre otros cultivos, apuntó.

Destacó que este censo agropecuario, se llevará a cabo por la presión ejercida por las organizaciones campesinas aglutinadas en el bloque Fuerza Guerrerense, que “exigimos el levantamiento de este censo, porque nadie se ha preocupado por ver cuáles son las pérdidas tan grandes que tiene el campo de Acapulco y Coyuca de Benítez y sus campesinos, que están olvidados completamente, mientras que en la zona urbana entregan refrigeradores, colchones, ventiladores”, indicó.

Agregó que si en las colonias populares del puerto el gobierno federal ya comenzó a entregar enseres domésticos, “por qué en las comunidades rurales no les han entregado machetes, alambre de púas, postes, tarecuas, ¿por qué no lo hacen así?”, cuestionó.

—¿Hay discriminación hacia los hombres del campo de Acapulco y Coyuca de Benítez?, se le cuestionó.

—”Hay total olvido tanto de las instancias tanto federales como estatales”, sostuvo.

Y es que dijo que ante la presión ejercida por las organizaciones campesinas, al titular de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural y Pesca (Sagadegro) del Gobierno del Estado, Alejandro Zepeda Castorena, “no tuvo de otra más que iniciar el censo”.

En este sentido, indicó que personalmente, como dirigente de la Liga de Comunidades Agrarias y Sindicatos Campesinos, estará en la comunidad de Tres Palos y otra comunidad del municipio de Acapulco para constatar el inicio del censo agropecuario, “esperando que esté el personal de la Sagadegro para que sean acompañados por los campesinos afectados para levantar el censo”.

Señaló que este censo agropecuario que se levantará para evaluar los daños ocasionados por Otis será por parte del gobierno del estado, a través de la Sagadegro, con el apoyo de las organizaciones campesinas y los propios productores, “ya que al gobierno federal, al secretario de Agricultura, Víctor Villalobos, le vale madres lo que pasó en Guerrero tanto por Max en la Costa Grande como con el Otis, en Acapulco y Coyuca de Benítez.

Consideró que en una semana se conocerá con precisión de las pérdidas en las comunidades rurales de Acapulco y Coyuca de Benítez, es decir, cuántas palmas de coco, árboles de mango, limón, papaya, sembradíos de maíz o lanchas de pescadores se perdieron por efectos de Otis.

No obstante, el problema, reconoció es que el gobierno del estado no tiene la capacidad para indemnizar las pérdidas en el campo, por lo que es necesario que la federación aporte los 300 millones de pesos que dice el presidente de la República que están disponible para el resarcimiento de los daños.

Tras destacar que es una “omisión criminal” que a cuarenta días del impacto del huracán Otis los gobiernos estatal y federal no sepan todavía con precisión los daños en el campo de Acapulco y Coyuca de Benítez, Romero Sotelo lamentó que el titular de la Sader ni siquiera haya venido una sola vez a Guerrero a constatar los daños.

El dirigente campesino señaló que para los campesinos de estos dos municipios no servirá de nada “la miseria de ocho mil pesos que están dando en Acapulco a los damnificados”, remarcó.

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