Por Guillermo Hernández Acosta

«Lancheros» reportan daños en motores de sus embarcaciones.

Los trabajos que se realizaron el pasado 26 de mayo para retirar del estero de Boca-Chica el lirio acuático, no sirvió de nada ya que ahora todo el cuerpo de agua está inundado de esta planta, señaló Israel García Solís quien se dedica a transportar a los paseantes a la zona de restaurantes.

La única manera de que todo esté lirio acuático desaparezca es que llueva constantemente y la fuerza de la corriente abra la barra para que todas las plantas vayan a parar al mar.

Apenas está madrugada cayó una fuerte lluvia sin embargo el caudal del río no aumento por lo que la apertura de la barra de manera natural se vislumbra muy lejano en tanto el lirio acuático se sigue esparciendo.

Está planta también limita el funcionamiento de los motores fuera de borda de las embarcaciones ya que en su andar el lirio acuático se enreda en la propela (elices), obligando al tripulante a detener la marcha, apagar el motor y quitar la planta.

Otro problema al que se enfrentan es el gasto de la gasolina debido a que el traslado es más lento por la fricción de la lancha.

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