A los cuatroteros les urgía presentar resultados sobre el proditorio crimen de 43 jóvenes normalistas antes del enésimo y engañoso enésimo Informe de Gobierno –el oficial, el que ordena la Constitución– de Andrés Manuel López Obrador.

Y, cuando menos, la detención de un “pez gordo” que resultó ser Jesús Murillo Karam, y un grupo de militares entre los cuales se encuentran cuatro generales que, en el sexenio anterior, fueron invitados por el Eduardo León Trauwitz –ahora detenido en Canadá– como sus subalternos en la tarea de brindar protección a los huachicoleros que ayudaron a saquear Pemex.

Así que para llegar a ello, los “pescadores” Alejandro Gertz y Alejandro Encinas volvieron a torcer la llamada “verdad histórica”.

Porque, de acuerdo con el ameritado periodista Héctor de Mauleón, en una de sus recientes colaboraciones en el diario El Universal, las declaraciones del testigo estrella del caso, Bernardo Cano Muñozcano –a quien me referí aquí como un declarante “sin credibilidad”– no dijo lo que el documento leído por Encinas en el que la FGR basa sus acusaciones contra Murillo Karam ¡no dijo lo que dicen que dijo!

Y es que lo relatado por De Mauleón, quien investigó a fondo los anteriores documentos, el llamado “cónclave de Iguala”, donde supuestamente se urdió “la verdad histórica”, fue para hablar, en palabras de Cano, “de hallazgos que hasta ese momento tenía la procuraduría local y se señaló que había que establecer la coordinación de los trabajos a realizar en cuanto a las búsquedas y para determinar las rutas a seguir, con la finalidad de localizar la ubicación de los estudiantes.

“Ahí se establecieron zonas de búsqueda y el despliegue de la fuerza que sería enviada para localizar a los normalistas”.

Además, Cano declaró que se estableció una “mesa de inteligencia” para compartir información y que hubo otras reuniones, esta vez con los padres de familia de los desaparecidos y con el abogado Vidulfo Rosales.

“Ese fue el ‘cónclave’ del que hablan la 4T, sus propagandistas y sus comisarios. Está en la carpeta y es la primera mentira que se desploma a unos días de que se llevara a cabo la “gran” revelación: la primera de las muchas mentiras con que los encargados del caso aderezan la nueva “verdad histórica” de Iguala”, escribió el columnista, quien también apuntó:

“No es la primera vez que los nuevos encargados del caso Iguala tuercen la realidad; no es la primera vez que ponen en marcha, a partir de mentiras, a las hordas fanáticas que los acompañan.

“Lamento informar que el exsecretario particular de Zerón no dijo ni de lejos algo semejante a lo que sostiene la fiscalía.”

Así que la única verdad verdadera (sic) es que 43 jóvenes fueron asesinados, y que sus cenizas desaparecieron luego de ser cremados sus cuerpos.

Todo lo demás es mentira, hasta ahora.

Ah, pero como les urgía dar cuando menos un “resultado” para que AMLO lo informe en su mensaje de mañana 1 de septiembre…

… ¡la verdad volvió a ser acuchillada…

… ahora por la 4T!