Enfoque Informativo

Los problemas de salud cotidianos, como la fatiga, el insomnio y la hinchazón, pueden curarse con unos sencillos cambios en la dieta.

Hacer unos sencillos ajustes en la dieta puede ayudar a dormir mejor, tener más energía durante el día, evitar los dolores de cabeza y mejorar la salud en general.

Los expertos recomiendan alimentos como los frutos secos, el salmón, las frutas e incluso un simple vaso de agua para aliviar muchas dolencias comunes. Mientras tanto, los alimentos procesados, los dulces y las bebidas azucaradas y el café deben evitarse si una persona quiere sentirse lo mejor posible cada día.

Cansancio y fatiga: Más agua y menos snacks azucarados

El problema más común al que se enfrentan muchos adultos es el cansancio y la fatiga. Aunque muchos recurren a tomar café todos los días para mantenerse despiertos en el trabajo o en la escuela, esto puede ayudarles poco a sentirse mejor y, en cambio, sólo les ayuda a disimular el problema durante unas horas.

La deshidratación puede ser increíblemente agotadora para el cuerpo. El agua actúa como lubricante natural de los procesos corporales y no tener suficiente agua obliga a los sistemas internos del cuerpo a trabajar más, consumiendo más energía.

El potasio también puede ayudar a potenciar la hidratación. Este elemento es un electrolito que puede proporcionar muchos de los mismos beneficios que una bebida deportiva, sólo que sin el azúcar y el procesamiento que pueden empapar a una persona y exponerla a sustancias químicas innecesarias. Las bananas son una excelente fuente de potasio, al igual que otras frutas como las naranjas, los tomates y las paltas.

Insomnio: Más kiwi y menos alcohol

Mientras que algunos pueden sentirse preparados para ir a dormir durante todo el día, muchos otros se encuentran dando vueltas en la cama durante horas antes de conseguir finalmente un buen descanso nocturno. En algunos casos, una persona puede experimentar cansancio durante todo el día, y luego tener problemas para dormir cuando finalmente llega la hora de descansar.

Sasson afirma que la excesiva dependencia de la cafeína que tienen algunas personas a lo largo del día puede ser la causa de esto. Una persona que bebe demasiado café a lo largo del día puede tener cafeína persistente en su organismo, lo que perturba su descanso nocturno, especialmente en el caso de las personas más sensibles a ella.

El mismo efecto puede producirse en las personas que consumen azúcar demasiado pronto antes de acostarse. La glucosa que contienen muchas golosinas azucaradas puede provocar un pico inicial de energía que mantendrá a alguien despierto durante un largo periodo de tiempo.

Dolores de cabeza: Más arándanos y agua, menos palta

Los dolores de cabeza frecuentes pueden ser otro problema que aqueja a una persona durante la jornada escolar o laboral. Aunque el uso de un analgésico puede ser una solución temporal, los cambios en la dieta de una persona podrían evitar que se produzcan con tanta frecuencia.

El origen de los dolores de cabeza de muchas personas podría ser simplemente la deshidratación. Incluso una deshidratación leve puede provocar dolor de cabeza, y unos pocos tragos de agua pueden resolver los problemas en pocos minutos.

Algunos dolores de cabeza son una respuesta al estrés oxidativo, cuando hay un desequilibrio de oxígeno reactivo en el torrente sanguíneo de una persona. Esto puede solucionarse comiendo alimentos ricos en antioxidantes. Esto incluye muchas frutas como los arándanos, los kiwis y las frutillas.

Estrés: Más ostras y menos alcohol

El magnesio de las paltas no se ve compensado del todo por sus sustancias químicas causantes de dolores de cabeza. El magnesio también es un excelente bloqueador del estrés. Puede bloquear los neurotransmisores del cerebro para que no se estimulen, ayudando a la persona a sentirse relajada y tranquila.

Añadir un poco de aceite de oliva a cualquier comida puede ayudar a controlar el estrés también. Este alimento básico de las dietas mediterráneas es rico en ácidos grasos Omega 3 y Omega 6 que aumentan los niveles de serotonina en el cerebro.

El aceite de oliva puede añadirse a muchos alimentos diferentes, lo que significa que cualquier comida puede ayudar a bloquear los factores de estrés del día a día. Otros alimentos como el salmón y las nueces también se consideran grandes fuentes de ácidos grasos.

Dolor de articulaciones: Menos carne roja

El dolor de espalda y de articulaciones que sufren muchas personas, sobre todo en edades medias y avanzadas, suele estar causado por la inflamación de los nervios y los tejidos de las zonas donde se siente el dolor.

Para prevenir este tipo de problemas, los expertos recomiendan alimentos con propiedades antiinflamatorias. Al igual que muchas otras afecciones, los ácidos grasos son una forma sencilla de prevenir el dolor de espalda y de articulaciones.

Alimentos como el salmón y el aceite de oliva contienen ácidos Omega 3 que producen metabolitos que ayudan a combatir la inflamación. Otro aminoácido, la glutamina, también puede ser valioso para combatir la inflamación. Es el aminoácido más abundante del cuerpo.

Hinchazón: Menos leche

Esa sensación de hinchazón después de la comida puede ser molesta también durante el día. La sensación de gases en el estómago de una persona puede ser incómoda y limitar su capacidad para trabajar o participar en cualquier actividad durante horas después de comer.

Una de las causas más comunes de la hinchazón es la intolerancia a la lactosa. Hasta la mitad de los estadounidenses tienen problemas para procesar adecuadamente la lactosa, aunque con distintos niveles de gravedad. Una persona intolerante a la lactosa suele sentir hinchazón después de consumir un producto lácteo. En los casos más graves, también pueden sufrir diarrea.

La leche no es la única bebida que puede provocar esa sensación de saciedad. Sasson advierte que los refrescos son una causa frecuente de hinchazón, ya que la carbonatación de las bebidas puede llenar de aire el estómago de una persona y darle la sensación de estar hinchado.

Acidez: Más brócoli y papas

El ardor de estómago, o reflujo ácido, suele ser el resultado de la acumulación de ácido estomacal en el esófago tras salir del vientre. Los alimentos picantes son la causa más frecuente de este tipo de acumulación, ya que irritan el interior del estómago y hacen que el ácido se acumule en los conductos del mismo.

Los alimentos que el cuerpo tarda más en digerir también pueden provocar este tipo de acumulación. Los alimentos procesados, por ejemplo, suelen contener grasas que el cuerpo tarda más en digerir. Esto hace que el estómago se llene, haciendo que el ácido se escape hacia el esófago. Incluso los alimentos grasos que se consideran más saludables, como el queso, pueden provocar el tipo de acumulación estomacal necesaria para causar el reflujo ácido.

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