El 12 de octubre se tiene registrado en los calendarios como el día que se conmemora la llegada de Cristóbal Colón a América en 1492; no obstante, la historia siempre lo ha catalogado como una fecha en que los nativos americanos fueron descubiertos por la civilización europea, pero los tiempos han cambiado y a decir de los especialistas, es momento de conmemorar el encuentro de la propia humanidad.

Partiendo del punto en que, según la antropología, en el mundo existe una sola raza humana y el encuentro entre las diferentes culturas era un hecho prácticamente inminente, es importante destacar que América no solo ha hecho propio el español, la religión y cultura de quienes en un inicio representaron cambios históricos, sino que en el continente se ha vivido un sincretismo cultural que se ve reflejado en cada actividad de las diferentes regiones, en el lenguaje, vestimenta y actuar de los locales.

Ana María Guadalupe Peregrina Ruiz, docente del cuerpo académico de Ciencias Políticas de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (Upaep), la conmemoración del 12 de octubre se ha vuelto más polémica según avanzan las décadas, ya que los cambios sociales han generado una reconstrucción del pensamiento respecto a la historia detrás de lo que se denomina como “descubrimiento de América”.

El encuentro entre creencias, hombres con rasgos físicos, tecnologías y culturas diferentes era solo el inicio de un hecho que marcó en la historia humana: “el evento del milenio”, un hecho aún más importante que la llegada del hombre a la Luna y que comienza a regir la identidad de las culturas americanas, basada en el mestizaje y la revolución que con ello arribó a la formación de la civilización como hoy la conocemos, dijo la especialista.

Pueblo mestizo, pero original

Para la Guadalupe Peregrina, el mestizaje de los americanos no significó una pérdida de razgos originarios, más bien fue un hecho que, aunado a la colonización, forjaron la identidad que hoy por hoy ha hecho a la comunidad americana y, en particular, a los latinos sobresalir y ser reconocidos a nivel mundial.

La mezcla entre las costumbres, la propia religión, adecuaciones y apropiación del lenguaje, entre otros factores, son sinónimos de lo que un latinoamericano representa a nivel mundial, ya que “la Conquista” no fue más que un salto hacia la modernización. Los antepasados de las tierras americanas jamás borraron de su pasado todo aquello que un día cautivó y sorprendió a los entonces españoles y otros exploradores.

“Nuestra cultura, nuestros signos evidentes, la comida, nuestra alegría, nuestras maneras sincréticas de entender la vida, son reconocidas en todas partes, no hay lugar donde un americano no se pare y no sea reconocido”, refirió la catedrática.

Asimismo, apuntó que las raíces de nuestra cultura posterior a 1492 están formadas por las raíces americoindias, europea y africana, con lo cual nos hemos vuelto un sector único y reconocido a nivel mundial.

Lenguaje y sincretismo, defensa de identidad

Aún con una mezcla que enriqueció a los americanos, a lo largo de la historia, la lucha por no olvidar la identidad previa a la época virreinal ha detonado un profundo sentimiento de lucha y revolución por mantener vivas las creencias, costumbres y lenguas originarias, que en la actualidad aún representa un tema de debate.

No obstante, el hecho de querer mantener viva esta identidad indígena u originaria no solo es una lucha del pasado, ya que ahora la falta de puentes entre las comunidades que aún mantienen vivos estos rasgos americanos con la modernización, ya son un ataque hacia los guardianes de nuestro pasado, dijo la especialista.

Asimismo, comentó que si bien los diferentes órganos de gobierno y los grandes movimientos sociales de la urbe han colaborado para el rezago de los pueblos originarios, siempre ha sido trabajo de todos el mantener una relación estrecha con estos sectores, misma que comienza en el respeto a su identidad, su integración a la sociedad y el libre derecho de los mismo sobre elegir si quieren formar parte de una sociedad modernizada o no, pues la imposición se ha convertido en un problema continuo.

En una época donde se habla de temas tan importantes como la inclusión, es importante resaltar que en Puebla existen siete pueblos originarios que necesitan ser respetados, visualizados y tomados en cuenta en los próximos pasos.