Por Praxedis M.

Da gusto volver a admirar enormes cruceros en la terminal marítima de Acapulco, como hacía años no se veían. Se trata de turismo extranjero, provenientes de Norte América y Europa. El turismo viajero de cruceros es muy diferente al turismo que recibe Acapulco en puentes o periodos vacacionales. Este es un turismo selectivo, que invierte en el disfrute natural, en actividades que no se encuentran en ningún otro lugar, imperando en el viaje de aventura un criterio de oportunidad.

Acapulco, como destino turístico, es envidiable en el mundo. Su belleza natural, su clima, aguas cálidas y la diversidad de escenarios naturales lo hacen único.

¿Pero qué ofrecer en Acapulco para el turismo de cruceros que hace parada en la bahía por 24 o 48 horas? La respuesta es: ¡mucho! ¡muchísimo! Siempre que se garantice la tranquilidad de su estancia, la seguridad en su movilidad, que se sepan en manos de tour operadores certificados, con actividades diseñadas y planificadas milimétricamente –el tiempo es oro- , y con proveedores entusiasmados por elevar el nivel del servicio de lo que de por sí ya saben hacer bien.

¿A qué viene a Acapulco el turismo de crucero, que pueda dejar beneficios económicos a la población? Diría que algunos prefieren hacer shopping, pero la gran mayoría llega con el espíritu dispuesto a conocer la cultura local, sus lugares icónicos, su gastronomía, a divertirse y disfrutar de sus playas.

Como menú a la carta que puede ofrecerse al turismo de cruceros de corta estadía, propongo:

  1. Actividades matutinas. Incluye: desayuno-almuerzo buffet muy mexicano en cualquier Hotel con instalaciones preparadas, exhibición de clavados de la Quebrada, visita al fuerte de San Diego para conocer de historia local, tiempo de shopping en la casa de cultura y los mercados de artesanías.
  2. Actividades de playa. Incluye: caminata o horse back riding – a caballo pues- por la playa en Pie de la Cuesta, La Bonfil, La Gloria, Barra Vieja, para encontrar conchitas, estrellas, chiquiliques, caracoles, que no falten cocos tiernos-con y sin ginebra-, estación en una enramada para hidratarse, juegos de arena, comida auténticamente acapulqueña -pescado a la talla, ceviche, sopes, pescadillas, camarones al gusto- liberación de tortugas, pesca con tarraya, parachute, puesta del sol.
  3. Actividades marinas: Incluye: Tours de snorkel, buceo de baja profundidad, recorrido por los manglares en Pie de la Cuesta y la isla del chaneque en Barra Vieja, ski acuático, pesca profunda, recorrido en yate –barra libre- con escalas para nadar en pichilingue, la roqueta o la bahía.
  4. Actividades nocturnas: recuperar el Centro Internacional Acapulco, para realizar magnos eventos como el show tradicional mexicano, música viva, mariachis, buffet mexicano, tours de yates en recorrido nocturno por la bahía con música viva, barra libre y exhibición de clavados en la quebrada desde el mar.
  5. Hacer del zócalo, el parque de la reyna, el parque Papagayo, plazas de cultura viva, que representen un alto obligado para cualquier visitante, con la Orquesta Sinfónica, expo comercial de bebidas, dulces, artesanías, textiles, obras de teatro, encuentros musicales,

¿What can we do in Acapulco? ¡Muchísimo! Aplicando primero la máxima del pinoccio de Guillermo del Toro “Hacer lo mejor de lo mejor que sabemos hacer”.

Posdata. A propósito de La Feria Internacional de Turismo que tiene lugar en Madrid, España y de la que solo se ha comunicado interés de tour operadores, esperaremos las buenas noticias del secretario de turismo de Acapulco. ¿Qué reportará el regidor René Juárez, además de sus fotos puestas en redes sociales? Gris – y caro, muy caro-, ha sido su desempeño por el cabildo y frente a esta importante comisión, que nada sustancial ha abonado al sector turístico porteño.