Enrique Silva M.

Se veía venir que las buenas intenciones, discursos, anuncios, promesas y amagos para inhibir la práctica irracional de venta de niñas o de matrimonios forzados con infantes en el estado de Guerrero eran solo eso, pero muy distantes de hacerse realidad.

Era un hecho que poco les importaría a muchos la advertencia de que esas prácticas ya no se podrían llevar a cabo, nula importancia le han dado a lo dicho por autoridades en las comunidades donde siempre se ha hecho cobijándose con el argumento de los usos y costumbres, ignorando por completo las leyes y pisoteando los derechos y la dignidad humana de niñas y jóvenes.

Los hechos de ese tipo siguen sucediendo con el conocimiento y complicidad de gran parte de la sociedad pero sobre todo de las autoridades locales y teniendo como brazo ejecutor a las ilegales y autoritarias policías comunitarias que hasta detienen y encarcelan a las menores o familiares que se oponen a ser tratadas como objetos en venta o a cambio. Hace falta mucho más que simples pláticas, visitas de gobernantes o capacitación va autoridades o mejor dicho hace falta solo algo…aplicar la ley sin miramientos ni concesiones y respetar los derechos humanos ¿es acaso tan difícil?

 ¡En la medida que no se aplique el peso de la ley a secas, niñas y jóvenes seguirán sufriendo esas prácticas detestables y nosotros como sociedad cómplices de ello!

COMPARTIR