Por: Carlos Álvarez Acevedo @CarlosAlvarezMX

Sábado por la noche. Muchos estaban de parranda, otros en casa, resguardándose del ómicron. Sin embargo, la noticia corrió como pólvora y se convirtió en tendencia en todas las redes sociales. Félix Salgado Macedonio solicitó licencia al Senado de la República para apoyar la ratificación del presidente Andrés Manuel López Obrador, en la consulta por la revocación de mandato que realizará el INE, de forma tentativa, el domingo 10 de abril.

Su suplente, Saúl López Sollano, anunció, durante una transmisión en vivo en su cuenta de la red social Facebook, que regresaría a la Cámara alta, tal como lo hizo cuando el llamado “Toro” fue candidato a la gubernatura. Lo obvio es que el todavía funcionario estatal deje la titularidad de la Secretaría General de Gobierno del Estado de Guerrero.

Es un político experimentado, al cual Salgado Macedonio le tiene absoluta confianza, por lo cual, sabe que hará un buen trabajo legislativo durante su ausencia, que durará al menos tres meses, en los cuales “El Toro” recorrerá el país, para ayudar al mandatario nacional, pero también para fortalecerse él mismo, después de que lo intentaron linchar e injuriar mediáticamente, con acusaciones que nunca tuvieron sustento.  

En lugar de López Sollano, la gobernadora Evely Salgado Pineda nombraría al subsecretario Ludwig Marcial Reynoso Núñez, a quien, la mala operación política del coordinador de los diputados de Morena en el Congreso local, no le favoreció, por lo que tuvo que intervenir la Federación, quien “sugirió” (impuso) a la teniente coronel Sandra Luz Valdovinos Salmerón.

Reynoso Núñez es un hombre parco, que fungió como secretario de Gobierno durante la última mitad de la Administración municipal de Salgado Macedonio en Acapulco. Tiene la confianza, tanto de la mandataria estatal, como de la de “El Toro”. De hecho, gran parte del trabajo de operación política lo venía realizando el subsecretario, por lo que las cosas no cambiarán demasiado en dicha institución.

En el caso de Félix Salgado Macedonio, la gira que realizará por todo el país le dará holgura a su hija, la gobernadora, para apartarse un poco de la sombra tan frondosa de “El Toro”, y poder brillar, de una vez por todas, con luz propia. Sin embargo, las cosas no serán tan fáciles a nivel nacional para el senador con licencia. Las idiosincrasias no son iguales en Acapulco o en Iguala, que en Hermosillo o en Mexicali.

Sin embargo, “El Toro” es un político profesional, todo terreno, que se adaptará a las condiciones adversas que se le llegaran a presentar, ya que arribará, además, con la bandera de la Cuarta Transformación, y con la consigna de que es hora de defender, otra vez en las urnas, el cargo del presidente de la República, ese que tanto tanto esfuerzo, sudor y lágrimas les costó conseguir.

Además, ante la inacción de muchos líderes políticos de Morena -que ya se acomodaron plácidamente, con sosiego y tranquilidad, en los sillones de la mediocridad-, o al contrario de muchos afines a la 4T que temen perder su “hueso”, Félix Salgado toma la batuta y se lanza al ruedo, con estrategia o sin ella, pero con valentía y osadía, algo que AMLO valora de sobremanera.

Requiere de un gran valor aventar la comodidad de la curul, con todo y el fuero, el jugoso sueldo, las prebendas, e irse a caminar la Nación a ras de tierra. Marchar sin una red de protección es peligroso e incómodo, pero el poder de asombrar al Pueblo con lo inesperado, vale con creces el riesgo.

En el fabuloso libro ‘Las estrategias de la Guerra’ (Greene y Elffers, Océano, 2008), se dice en el capítulo 24, ‘Adopta la línea menos esperada’, que cuando la marea está en nuestra contra, es que debemos olvidarnos de los manuales, los precedentes y el saber convencional, y arriesgarlo todo en lo no probado e inesperado. Y es un hecho, que, una vez más, “El Toro” se saltó la cerca.

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