Jorge Nájera
El capricho
¿Usted recuerda quién fue el último presidente municipal de Acapulco que hizo buen trabajo?, me he dado a la tarea de ir preguntando con diferentes ciudadanos y todos, de verdad, todos, al único que recuerdan así es a Zeferino Torreblanca.
Muy preocupante esta respuesta, por el simple hecho de que estamos hablando de que ya pasaron 19 años y casi 6 gobiernos de que Acapulco va en una involución.
Contrario a lo que debe ser lo correcto o lo normal, me refiero a ir avanzando aunque sea lento e ir mejorando la situación que se vive en nuestro municipio, estos gobiernos se han dado a la tarea de ir en retroceso, logrando, no sé cómo, que Acapulco cada día esté peor, que el día anterior.
Una de las cosas que afectan a un gobernante además de la corrupción, son sin duda los caprichos, los cuales hemos visto gobierno tras gobierno y que hoy estamos a punto de ver.
Capricho que en niños es mejor conocido como berrinche o rabieta, en psicología es una idea que una persona desarrolla por fuera de la lógica y de lo razonable.
Y en este gobierno municipal capricho será conocido como “el Puente elevado de la avenida Constituyentes”.
Entiendo que deba existir obra pública y que la disfracen con este puente, ¿pero por qué no realizar verdadera obra pública?, sin necesidad de ir a las afueras de Acapulco, es fácil observar las necesidades reales o primordiales del puerto, la mayoría de nuestras calles están destrozadas, un 40% de semáforos no funcionan, postes en banquetas que no sirven de nada, llevan años los cuales afectan el andar de las personas, calles sin banquetas, inexistente iluminación que ni dando 3 focos por casa servirán, y así podría seguir, sinceramente no es difícil ver las necesidades reales de Acapulco.
Esto no quiere decir que me niego a una modernidad o que sea una persona con poca visión, todo lo contrario, pero dentro de todo tenemos que ser honestos y hoy Acapulco no necesita un puente, necesita mejoras reales, que sean necesarias y no caprichos de este gobierno municipal que conduce mal la llamada Cuarta Transformación.
Que bien sería que te recordaran como un buen presidente municipal y no como uno más o del montón, hace falta, urge alguien que comience con una verdadera renovación de nuestro puerto, por eso insisto.
¡El cambio es hoy!